LA LLUVIA
y por fin se vino .
Esperábamos con ojos secos,
con hojas arrugadas,
con la sed enorme,
con un montón de las palabras tácitas,
con un gran ardor en el corazón,
con las nubes pálidas y cansadas en el cielo,
con noches insomnes y días sin sueños
y por fin se vino.
Su bata gigante había cubierto el cielo…
bailando con sus flechas vidriosas.
Estaba sonriendo con destellos,
riendo con los truenos,
estirando su mano para abrazar el mundo.
La hierba consiguió el regalo del cielo
y prometió dar un campo más verde.
El río consiguió el regalo también ,
aseguró a luchar contra la sequía.
Nos empapamos y reunimos la fuerza
para aguantar la vida
y se sonrió y dijo—
vacié yo mismo para haceros fresco.
He derramado muchas gotas ;
¿ derramaréis una
o dos para mí ,
mis amigos?
UNA TARDE
Alguien apagó todas las lámparas de la ciudad.
En la acera los zapatos tropezaron,
en el camino
todos los coches perdieron sus direcciones.
Los cuerpos altos, cortos, delgados, gordos
comenzaron a moverse como fantasmas
pero no podían ir adelante.
La luna fue detrás de la nube,
los perros de la calle comenzaron a gritar;
Era un lugar perfecto del terror.
De repente vino la luz;
¿ la lámpara? No.
Vino Ud.
Dos ojos brillantes,
algunas uñas afiladas…
¿Quién es usted?
Yo no lo sé.
Los hombres y mujeres,
Los hombres y mujeres,
ahogados en la oscuridad densa,
vieron un espíritu ardiente …
adelanta por el camino
con pasos duros.
EN
UNA CIUDAD SOLITARIA
El edificio ha tocado el cielo,
estoy parado aquí
tocando el edificio
pero nadie me toca.
HE
Escribe desde el otro extremo del mundo
Me envía el mensaje de la vida
Sonríe con los rayos del sol
Asegura con la gran confianza
Estira su mano con una rosa
Nunca dice—no
Viene sólo en sueño
pero lo encontré en mi corazón cada momento.
¿Quién es? ¿Sabes?
EL
REGALO
Quería darle algo ;
fui a la tienda a comprar.
¿Qué debo comprar?
Yo estaba confundido.
¿Qué puede ser tan precioso como un regalo
que más le
convenga?
Salí y regresó a
la casa ;
Abrí mi
guardarropa-- ¿Hay algo?
¡No!
Vacié mi bolso--
¿Hay algo?
¡No!
Ah -- ¿qué te daré
ahora?
Estaba cansado y
deprimido;
me senté en mi
cama y empezó a llorar.
Entonces alguien
susurró en mi oído---Gracias.
Este es el regalo,
lo que quería.
Sonali Datta (Bengala,
India, 1974) Poeta y docente en lengua inglesa y española. Ha traducido a
diferentes autores al bengalí y al inglés.