Sarandy Cabrera |
Buenas
noches abuelo.
¿Ha
guardado usted otra noche los tigres de
sepia?
¿Ha
recorrido el camino del melenudo león?
¿Ha
saludado al negro Raúl?
¿Ha
guardado la piedra de amatista,
ha
tecleado insistentemente en la jota mayúscula,
en
los dos puntos miradores
en
el punto y coma que tiene cola?
Buenas
noches abuelo.
¿Ha
puesto usted la piedra violeta debajo de la ventana,
se
ha acordado de hacerse desatar
las
botas que le duraban siete años?
Puede
usted descansar abuelo.
No
olvide usted dejarme su mano izquierda
recubierta
de piel de víbora
aceitada
de piel de lagarto
la
mano sin anillos ¡claro!
para
que aprenda a acariciar tan sucintamente
/a sus bisnietos.
Gracias
abuelo, puede usted dormir tranquilo su ronquido peludo
en
la pata más ancha
de
la cama de bronce de tres pisos.
Buenas
noches. ¿Quiere usted que abra el tonelito
/de
guindado
o
que me suba al tarro de tabaco que nadie fuma
y
cuyo caballo está azul, hoy,
después
de tanta muerte,
después
de tanto sillón de pana floreada
después
de tanta mejilla?
Buenas
noches abuelo.
Puedo,
¿quiere usted que levante la regla negra
la
regla de canto de bronce, del libro mayor del índice?
¿Me
permite que agregue tres renglones suplementarios?
Abuelo:
¿es cierto que usted tenía gastada las pupilas,
que
usted se pasaba de una manera alerta
de
este mundo a otros mundos?
Buenas
noches abuelos. ¿Me oye usted, me supone usted
sumado
de tantos años que usted tal vez no sospechara?
¿Conoce
usted abuelo, a mi mujer de grandes ojos?
Abuelo,
permanezca hablándome
y
mire la hora, sin hacer sonar
el
clic.
Sarandy Cabrera (Rivera,
1923; Montevideo Uruguay, 2005) Poeta, Traductor y periodista.