Nicolás García Saéz |
POEMA QUE PUDO HABER COMENZADO A SOÑAR EL BIG BANG MIENTRAS CREABA EL
UNIVERSO
La Nada Misma, el vacío, ya implica cierta singularidad
imaginad, futuros mortales, que ese es mi punto de partida
desde el cual brotan, turbulentos, todos los fuegos tremendos
que se expanden entre las infinitas posibilidades del firmamento
En esa singularidad hay niebla
entre el espacio, no hay tiempo
no hay materia, ni energía
no hay teoría ni relatividad
Solo los agujeros negros
horizontes de sucesos
conteniendo la fuerza
de todo el Universo
POEMA QUE PUDO HABER SOÑADO LA MANZANA ANTES DE SER MORDIDA POR EVA,
AQUEL DÍA EXTRAÑO Y REMOTO, EN EL PARAÍSO
Anunciados los ángeles de vuestra presencia
te veo caminando, serena, costilla ajena
perfecta y libre entre los árboles del huerto…
te diriges hacia mí, con paso irresistible
cabellos al viento, libres de pecado
a imagen, reza el Génesis, de tu Creador
Mi corazón de néctar frutal y prohibido
suspira ante tu tersa piel de terciopelo
blanca porcelana que destaca en el Edén
junto a tus ojos, siempre entreabiertos,
(como la miel antes de ser conquistada)
escuchando atentamente a un ruiseñor
Tu mano no tiembla, se estira, no duda
tiene la gran certeza de toda tu felicidad
tus dedos, que acarician mi cáscara escarlata
el rubor de mi piel rendida hacia la tuya
arrancada de la rama del árbol, ya soy
dentro de tu boca, el primer pecado vencedor
POEMA QUE PUDO HABER COMENZADO A SOÑAR EL INCIENSO QUE ACOMPAÑÓ A BUDA
GAUTAMA DURANTE SU PRIMERA MEDITACIÓN
Luego del baile, de todo el frenesí y el vino
imagino la nieve sobre Sakia y el Himalaya
y allí, sobre el blanco puro y absoluto soy
aroma persistente que merodea el espacio
sándalo que abriga tu mente para vaciarla
POEMA QUE PUDO HABER SOÑADO UN RÍO PROFUNDO LUEGO DE CONTEMPLAR, EN
ALGÚN LUGAR DE LAS SIERRAS CHICAS CORDOBESAS, LA SIESTA DE UN CACIQUE
COMECHINGÓN
Descansa, bravo guerrero
tu cuerpo de gigante
que comparte en mi orilla
bajo una nube tibia
este momento de solaz
soy agradecido
y es por ello
que cuando despiertes
con tus ojos verdes
me veas fluir
tentado, tal vez te acerques
hasta las piedras
adviertas el musgo
entre mis entrañas
y vueles, cuando el agua va
Nicolás García Sáez
Publicó los poemarios “Neptuno y las Faunas”, “Los Sueños Ajenos”, “Los Sueños
Ajenos, volumen 2”, el libro de poemas en prosa y relatos “Breve cuaderno de
las epifanías”, el de crónicas y ficción “Cinco crónicas americanas y un viaje a
la Luna” y la
obra de teatro “24 horas con mi Álter Ego y mi Súper Yo”. Parte de su obra
poética ha sido recientemente traducida al portugués y al francés. Periodista y
fotógrafo, se dedica también a las artes plásticas, el cine, el teatro y la
música.