Leopoldo Lugones |
1
Bienhaya ese sabio
vidalita
que tenga el poder,
de aliviarme el alma
vidalita
del mal de querer.
En vano los traen
vidalita
para mi salud,
y ellos me recetan
vidalita
hierbas de virtud.
Pero es que no saben
vidalita
y este es mi pesar,
que no bien te miro
vidalita
no quiero sanar.
Como flor picada
vidalita
por el picaflor,
llora miel la herida
vidalita
que hiciste á mi amor.
Porque no hay regalo
vidalita
mejor para mí,
que el de ese piquito
vidalita
que me hiere así.
2
Desdichas de mi pasión
no tienen cuando acabar.
Menos profundo es el mar
y en él no hay disminución
Marchitas flores
son mis amores,
y en la cadena
de tus rigores,
llora cautivo mi fiel corazón.
Así como no es razón
querer reducir el mar,
no tienen cuando acabar
desdichas de mi pasión.
Marchitas flores
son mis amores,
y en la cadena
de tus rigores,
llora cautivo mi fiel corazón.
Y abriga vana ilusión
el que quiera comparar
con la pequeñez del mar
lo inmenso de mi pasión.
Marchitas flores
son mis amores,
y en la cadena
de tus rigores,
llora cautivo mi fiel corazón.
3
Mientras brilla el sol ardiente
bienhaya el amor
yo me convierto en tu sombra,
perlas mi llanto y oro mi dolor
para tender una alfombra
bienhaya el amor
a tus pies constantemente
perlas mi llanto y oro mi dolor.
Cuando la luna consuela
bienhaya el amor
tu demisión importuna,
perlas mi llanto y oro mi dolor
soy en la luz de la luna
bienhaya el amor
tu pálido centinela.
perlas mi llanto y oro mi dolor.
Y cuando en la noche obscura
bienhaya el amor
no hay sol ni luna en el cielo,
perlas mi llanto y oro mi dolor.
fiel a su dulce desvelo
bienhaya el amor
permanece mi ternura,
perlas mi llanto y oro mi dolor.
Leopoldo Lugones
(1874-1938). Poeta, narrador, ensayista, historiador y periodista.