Rubén Tizziani (1937-2020) |
Quizá fue el aire a fondín de Riachuelo que tenía ese salón, la triste soledad que allí se respiraba, la mujer de cabello renegrido y cutis empolvado, su olor a cama y perfume barato, el largo tajo de la pollera; por lo que fuera, va a buscarla animado por la religiosidad que los tangueros de su juventud le habían enseñado cuando le decían que, más que una danza, el tango era una ceremonia donde se ponían en juego cuestiones trascendentes de la vida, conceptos ambiguos y confusos que ninguno quiso o pudo explicar porque eran cosas que se sentían o no y que tenían que ver con una particular concepción de la hombría, con la persistencia de una tradición de malevos y cuchilleros, de duelos a muerte en los arrabales, de amores imposibles en los prostíbulos de las orillas de un río interminable.
(Un tiburón de ojos tristes, Catálogos, Buenos Aires, 2001)
Rubén Tizziani (Vera, Provincia de Santa Fe, 1937-Buenos Aires, 2020). Escritor, guionista y periodista. Publicó las novelas Las Galerías (Editorial Sudamericana); Los borrachos en el cementerio (Siglo XXI),Noches sin lunas ni soles (Siglo XXI), El Desquite (Emecé), Todo es triste al volver (Poniente), Mar de olvido (Emecé), que acaba de traducirse al italiano, y Un tiburón de ojos tristes (Catálogo) y una biografía de Alberto Olmedo, Un poco menos tristes (Beas). Dos de las novelas fueron llevadas al cine: El desquite, dirigida por Juan Carlos Desanzo, con Rodolfo Ranni, Ricardo Darín, Claudia Motanari y Héctor Bidonde, y Noches sin lunas ni soles, dirigida por José Martínez Suárez, con Alberto de Mendoza, Luisina Brando, Lautaro Murua, Guillermo Bataglia y Boy Olmi. Es autor de una adaptación para televisión de El túnel, de Ernesto Sábato, que dirigió Mario Sábato. Además escribió el guión de la película Seguridad Personal, dirigida por Aníbal de Salvo.
Rubén Tizziani está considerado uno de los pioneros de la Literatura Negra en la Argentina. El semiólogo argentino Héctor Toto Schmucler escribió: «Noches sin lunas ni soles, es la primera novela de tono policial que recupera el ambiente de Buenos Aires: pistoleros porteños, policía argentina (…) El autor de Las Galerías, que ya había mostrado un notable uso del lenguaje en Los borrachos en el cementerio, logra en esta novela que lo policial surja como una necesidad del relato. En ese sentido, podría afirmarse que no es lo ‘policial’ lo que caracteriza a Noches sin lunas ni soles, sino la calidad de una escritura que desemboca en el género adecuado».