lunes, 28 de noviembre de 2022

Rafael Cadenas: Poemas

 

Rafael Cadenas, Premio Cervantes 2022














RECONOCIMIENTO


Me veo frente a este paisaje parecido al que protejo.
No soy el mismo. Debo comprenderlo de una vez.
He de encajar en mi molde.


He acechado la aceptación súbita de mi realidad.
 Despedí la poesía que se cuelga de los brazos. 
Incendié los testimonios falaces.
Adopté la forma directa.

Una convergencia prospera en mí.

Abandono mi caminar intrincado. Me dilato en 
vastedades blancas. Sirvo en silencio a un solo rey.

Con huesos de ave violento los espacios cerrados.

He sentido ráfagas de otra región sin culpa.

Me hago a la lentitud, al gesto consciente, al rumor del desierto.


IMAGEN


Irás
de una tergiversación 
a otra

en lenguas

(la costumbre
es tomar la medida
 con éste o aquel metro 
y echar el fallo)
pero a ti,
entero,
sólo te conoce
el vacío.


 AS IF


Es como si amáramos. Es como si sintiésemos. Es 
como si viviéramos.

Esto fatiga. Hasta se ansía un error. Puede que al 
equivocarse los actores rocen la verdad.





Rafael Cadenas (Barquisimeto, Lara, 8 de abril de 1930) Poeta, ensayista y profesor universitario venezolano. Formó parte del grupo «Tabla Redonda» de Latinoamérica a comienzos de la década de los sesenta. En 1985 recibió el Premio Nacional de Literatura de Venezuela y en 2009 el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, en Guadalajara, México, entre muchos otros, Cadenas también fue galardonado en 2018 con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y en 2022 con el Premio Cervantes.  

Libros de poesía: Cantos iniciales (1946), Una isla (1958)
Los cuadernos del destierro (1960 y 2001), Falsas maniobras (1966).  
Intemperie (1977), Memorial (1977) Edición bilingüe (Español-Inglés)  Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2007), Amante (1983). Amante (2002),  Gestiones (1992,  Sobre abierto, España,2012.  En torno a Basho y otros asuntos (España, 2016), Contestaciones (España, 2018)

sábado, 26 de noviembre de 2022

Alejandro Elissagaray, presentación Koronavirus


 PRESENTACIÓN; EL 2 DE DICIEMBRE A LAS 18 EN EDITORIAL DUNKEN, AYACUCHO 357. CABA


"KORONAVIRUS." de Alejandro Elissagaray
 

“La oscuridad de estos tiempos ilumina el sendero del patetismo. El pacto de la principal funcionaria política  de la Argentina con un alienígena, de un modo fáustico, así como la aparición de mutantes y clones se insertan en el panorama de la sinrazón que simboliza el personaje.
Mi punto de partida no ha sido otro que el de narrar lo no ocurrido, pero que puede ocurrir. Es algo así como ciencia ficción política.
Asimismo, hay un  aspecto esencial atinente a las características de la política del siglo XX y del actual que me parece insoslayable destacar: se ha convertido en un subgénero de la ciencia ficción, lo cual resulta seductor desde el punto de vista creativo.
Nuestra funcionaria  es un personaje novelesco de lujo, con rasgos funambulescos y algunos propios de las tragedias griegas clásicas o la dramaturgia de William Shakespeare. Posee un resplandor mefistofélico digno de una exégesis tanto en el campo de la historia, la sociología como de la psicología.  Es la perfecta simbiosis de lo siniestro y lo humorístico. Ella nos aterroriza continuamente, pero también nos hace reír con su imaginación grotesca.
No debemos equivocarnos: no es de derecha, ni de izquierda. El culto al poder totalitario conforma el único horizonte que la desvela.


miércoles, 23 de noviembre de 2022

Federico Díaz Granados: Poemas

 


Federico Díaz Granados
















GOOD BYE LENIN

De niño algunas veces jugaba a ser cosaco.
Otras veces retozaba como Konsomol o cosmonauta.

Así transcurrió la infancia:
guerras del Zar
en un patio sin nieve ni abedules,
ni estepas ni pueblos incendiados.
A veces era Kasparov o el osito Misha
y recreaba historias de amor en el transiberiano.

La voz del padre, daba cuenta de Matrioskas y samovares
y del mausoleo de Lenin bajo una luz ultravioleta.
de los monumentos a Puskhin y Máximo Gorki
y de las noches blancas de Leningrado.

Era el verano de 1985
y por onda corta hablaron de la perestroika.
Cambiaron los coros del ejército rojo por canciones de U2
relatos de pioneros por un incendio en Chernobil.

Y no volvieron los cosacos, ni los konsomoles, 
ni los cosmonautas a mi cuarto
en aquella noche en que mi madre me daba las buenas noches 
en voz baja para no despertar a toda la casa
mientras apagaba para siempre
la última luz de mi infancia.


RETORNOS

No creo en retornos
pero este amargo corazón de casas viejas y calles rotas
late en cada regreso
sin gestos ni ademanes
y sabe que el mundo es un mal lugar para llegar.

Y se regresa a escribir un poema que trate de una muchacha en un 
aeropuerto 
que espera un avión de quién sabe dónde
o escribir sobre la carta que nunca recibí aquel sábado
escuchando el mismo disco de las nostalgias perpetuas
o sobre los versos robados a Salinas, Borges, Walcott
y las tardes de sol en el estadio de fútbol.

No creo en los regresos 
pero este seco corazón de otros días canta a destiempo
sobre el cielo que calcina el nombre de una mujer que amé.

No creo en retornos 
pero mi vocación de viajero hace, 

cuando parto hacia la intemperie en el mundo
que deje, como en mis días de boy scout, 
piedritas y migas de pan
para no perder el camino de regreso a tu cuerpo.


NOTICIAS DE ESTE TIEMPO

A quién darle cuenta de este tiempo: 
acaso unos recortes de prensa 
algunas fotos que caen de un sobre
o un signo dibujado en el vaho sobre el espejo 
y que desaparece. 
  
A quién si son cada vez menos los amigos 
si los que tienen hábitos y apegos se marchan
hacia destinos inconclusos o países sin mapa.
A quién dar cuenta 
si los únicos que oían con atención los miedos
de repente huyeron sin explicaciones
ni recados.

No hay a quién darle cuenta de un tiempo envejecido
y a quién narrarle los adioses 
o las preguntas que nos hacen fugaces.

A quién darle cuenta si no hay quién deje su aliento en la ventana
viendo cómo se aleja un Zeppelín que lleva tu nombre en mayúsculas
y cómo se deshace la vida entre los dedos
como si fuera arena de una playa o ceniza de un cigarro.


EN MI CALLE

En esta calle 
estará toda la nostalgia humana
en esos rostros
en esas limosnas
en ese alfabeto extraviado.

Es aquí donde trazan mapas al azar
mientras camino con el aire de quien hereda la ropa de los muertos
con los azules recuerdos de aquel mundo
que ya no vive en las repisas ni en los armarios
a esta hora en que las ruinas son andamios de rencores
y en que el mundo se ve desteñido
a través de una persiana a medio cerrar.

Es esta mi calle, la misma que veo alejarse por el retrovisor del auto
cada vez que me despido
y que se empaña
cuando tus ojos cambian de música.

Si pudiera escoger la calle de mi muerte
escogería esta calle que me regaló la mujer 
que inventaba las palabras
y el color de ese fugaz instante.

no sea que llamen a dejar recados de la muerte.

FEDERICO DÍAZ-GRANADOS: nació en Bogotá en 1974. Poeta, ensayista y gestor cultural. Es director de la Biblioteca de Los Fundadores del Gimnasio Moderno y de su Agenda Cultural. De igual forma, dirige Valparaíso ediciones. Ha publicado los libros de poesía: Las voces del fuego (1995); La casa del viento (2000), Hospedaje de paso (2003) y Las prisas del instante (2015). Han aparecido las antologías de su poesía: Álbum de los adioses (2006), La última noche del mundo (2007), Las horas olvidadas (2010), Adiós a Lenin (2017) y Tiempo lleno de canciones (2018). Preparó, entre otras, las antologías de nueva poesía colombiana Oscuro es el canto de la lluvia (1997), Inventario a contraluz (2001), Resistencia en la tierra (Antología de poesía social y política de nuevos poetas de España y América) y en 2017 compiló para Editorial Planeta el libro Cien años de poesía hispanoamericana. En 2012 se editó su libro de ensayos La poesía como talismán y en 2016 El oficio de recordar (Escritos sobre poesía y otras prosas reunidas). Compiló y prologó para Seix Barral la Poesía Reunida de José Asunción Silva y Preludio de primavera (antología) de Rafael Pombo.  

Su poesía ha sido traducida parcialmente a varios idiomas y se destacan las ediciones italianas de Le ore dimenticate (Raffaelli editore, traducción de Emilio Coco, 2015), Le urgenze dell’istante (Edizioni Fili d’Aquilone, traducción de Alessio Brandolini, 2017) y La soglia dei sogni (Raffaelli editore, traducción de Gianni Darconza, 2017),  Sortie de secours (Ladrones del tiempo, traducción de Stéphane Chaumet, 2017) y Roadhouse (Valparaíso USA, traducción de Jason Ehrenzeller, 2017). En 2021 es nombrado Distinguished Visiting Professor en la Universidad de Virginia en los Estados Unidos. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.

(publicado en  eXtramuros, Nº 61,  Montevideo, Uruguay, 2022)

lunes, 14 de noviembre de 2022

Demian Paredes - compilador- Canton Lleno Dos

 


Darío Canton (1928) es poeta y sociólogo. La saga del peronismo (1964), Corrupción de la naranja (1968), Poamorio (1969) y La mesa (1972, reeditado en 2019) son sus primeros poemarios publicados. Entre 1975 y 1979 desarrolló un proyecto único y sorprendente, cruzando, comunicando, uniendo, las fronteras de arte y vida, por medio de un suplemento unipersonal llamado ASEMAL. Tentempié de poesía, publicación que el autor enviaba por correo ordinario a cientos de corresponsales de toda la Argentina y varios países de América, generando respuestas, reacciones e intercambios. Entre 2000 y 2017 desarrolló un monumental proyecto autobiográfico titulado De la misma llama, en ocho tomos y nueve volúmenes, con más de 4.000 páginas, conteniendo textos propios y ajenos, narraciones, borradores de poemas y versiones previas, work in progress, fotografías, documentos y reproducciones de época, e infinidad de materiales, públicos y privados. Sus más recientes poemarios son Atado al árbol de la escritura (2021) y Clea. Folletín platónico ilustrado (2022).
El presente volumen ofrece una segunda compilación de contribuciones de distintas disciplinas, tal como se hiciera en el primer Canton lleno: de ámbitos de la poesía, el ensayo y la crítica, del periodismo cultural, la docencia y las ciencias sociales. Son inmersiones, lecturas, adentramientos en la vasta obra del poeta. De esas experiencias han surgido textos lúdicos y agudos, entre la experiencia individual y el contexto histórico, entre épocas y ámbitos, entre el oficio y el descubrimiento, avivados, constantemente, por la llama de la poesía.

Demian Paredes

viernes, 11 de noviembre de 2022

Víktor Gómez: TERNURA SIN VOZ

 

Viktor Gómez






















la pura desilusión ¿dónde nace?
—roto el espejo ves sin devolución 
otra imagen que no es tuya —lees
en la irreconocible presencia un hoy
sin limbo y sin juicio, sin teatro —lees
la compleja y no manipulada ciudad
de sentidos y sensibilidades brotando
en un vacío que quiebra cristales.
eres contrariamente inabarcable, 
finito, finísimo hilo en la gran madeja 
y aún respiras… eres ternura y temblor.
¿amas? ¿amarías? amar te es violento
no amar es imposible —aún respiras 
entonces, el cómo relumbra polífono:
en mi boca degusto y escupo suave 
palabras que retuvieron los muertos
no son mías —pues— ¿de quién son? 
¿qué hacen entre tú y yo —ahora?
—releer no es asumir el mundo, dicen, 
releer no es llegar a una conclusión,
quienes releen están conversando 
desde las cuentas infinitas del daño
—en las viejas dependencias renovadas 
del Palacio El Hospital La Iglesia
enmudecidas cicatrices en sombra 
han sido borradas inútilmente 
olvidando que las palabras arrasadas
germinaron en labios de orfandad:
se recibe —escurridiza— la palabra 
usura, y se viste de moralidad fina,
se cruza —incordiosa— la palabra 
ética, y se embriaga con egoísmo 
—se recicla cínicamente cada idea
que iba o venía de sanar los vínculos 
y se desautoriza la retórica cotidiana 
—el poeta llega a los postres —ayuna
del dogma a la verborrea, se sacude
todas las palabras —escupe— tose,
esconde con sutiles trazas su dignidad 
en la calurosa mañana; febriles aires, 
incautas luminarias, dóciles susurros, 
vagas danzas, apuntes a escondidas:
(decía) el silencio no es sólo una herida,
una lesión, una llaga, un daño, una furia,
es y sería —en luminosa penumbra—
forma otra y sublime desde el cuerpo 
de ser atravesada (por) lo suficiente 
para desmentir y desordenarlo todo,
bajo lunar tensión y argucia creativa,
no hacia la orilla del abismo, más allá 
de la pobreza de la razón, límites y azares.
el silencio no es sólo impotencia, secreto,
poder, avaricia, arrogancia, es inconclusa 
emulsión —humilde equilibrio— una flor 
que crece despacio, acariciada, besada, 
y un día huye de su propia corona: canta sin voz.


(Paterna 30 de abril de 2022, inédito  publicado en  Kokoro)
 


Víktor Gómez (Madrid, 1967) Reside en Valencia, donde es uno de los principales agitadores culturales, activando una parte importante de la vida poética de la ciudad. Tiene publicados 5 poemarios: Huérfanos aún (Baile del Sol, 2010), Detrás de la casa en ruinas (Ed. Amargord, 2010), Incompleto (Ed. 4 de agosto, 2010), Trazas del calígrafo zurdo (Varasek Ed., 2013) y Pobreza (Ed. Calambur, 2013), y las plaquettes En un tiempo de gran orfandad (Ed. Zahorí, 2009) y Diciembre (Ed. El gato azul, 2011), plaquete que publica también en Tigres de Papel, en formato digital. En 2016 publica Otro decir por decir/Entredecir, acompañado de las ilustraciones de Nathalie Bellón, en Tigres de Papel, en la colección poeNOmas.


martes, 8 de noviembre de 2022

Ascendino Leite: poemas

 

Ascendino Leite

























AGUAVIVA

Toqué tu boca
aguaviva que me quema
toqué la espalda lisa
cóncavo inestable
de tu pecho hirviente
toqué tu lengua
gusto de sudor y de mar.
Aguviva aguaviva
que el torso envuelve
ola alga musgo
aseguran tu regazo
archipiélago de suspiros
isla de mi amor
si pudiese sólo yo ser
un abandonado despojo
de remotos mares.
Aguaviva majestuosa
entre deltas ignotos
voz de mil suicidas
saliva de ahogados
envolveme envolveme
en tus brazos letales.


LA MUELA

                 A la memoria de Tom Jobim

SOL y sal. La muela que muele.
¿Y el polvo? El polvo es pobre. Y sólo.
La piedra que muele es mala.
Sólo muele el dolor del pobre.

Molino y aldea. Piedra y Pedro.
Lago y agua. Y siete puntas.
No sólo soledad del eros. Es piedra.
Es palo. Es madre. Es padre. Es cobra.

En el vado se ahoga el eco. ¿Y el sonido?
Ajjj, allá viene el aire eólico.
Viento y sol. La sal y el viento.
El viento va. El viento viene.

¿Y el eco? ¿Y la costa? ¿Y el sol?
¡Ah, oh! Ay qué dolor. La piedra que muele
al pobre. Está sólo. ¿Y la sal que roe?
Oh, sol, tiene pena. Tiene pena. Tiene pena.


ALIANZA

                    A Apolônia Figueiredo

Haremos los dos nuestra alianza,
basta de romance y de lirismo.
Nuestro entendimiento está en nuestras manos
que se encuentran
y se despiden después de una caricia furtiva.

Dispensamos el paisaje color-de-oro.
Ignoramos la existencia de los crepúsculos
polvorientos.
Lo que importa
es que hoy a las seis cruzaremos el mismo
camino.


ELEGÍA DE LA CASUALIDAD
                                              A Adriana Feitoza Paredes

Fue una casualidad o una forma de coincidencia
entre destinos: percibir que existes;
no sólo como ser sino como sueño.

Llegando a mi mesa, me tocó
aquel hervir en la mente:
el fenómeno seductor, naciente,

del secreto amor, incapaz de acabar.
Así, para contener el impasse tan fatal,
decidí componerte esta elegía. Es tuya.


* Las piezas precedentes pertenecen a Jardim Marítimo (1995).


¿POR QUÉ?

¿Por qué
tamaño salto sobre el patio
de mis sueños, en el sonido dulce
de cierta música interior?
¿Por qué
eran ternuras y anhelos,
tu nombre como espíritu,
y sagradas voluptuosidades
en secreto?
Tenía que ser: secreto
como tu pulgar en ciertos sitios
por bravuras conocido.
De repente veo el tiempo mudo;
tu perfil esquivo
por todo el Valle enjuto
en completo silencio, deambular.

¿Por qué?
Si es por algún ladino gustoso de herir,
hiere. Entra en mi pecho.
Es dulce morir amando, como la palabra,
cesado el discurso, en la casa sin acústica.

Nuestro secreto extinto, oh hija, oh madre,
cede, por encima de todos los porqués sin revelar.
Ya no me conseguís engañar
incluso si volvés con tus astutos papeles.


ILUSIÓN 

                    A Anderson Braga Horta

Los polvos
es el polvo.
Vestigios
de dolor
y de amor
irreflexivo.
Es sólo lo que
resta:
-Ilusión.
Fácil
se va
y no vuelve.
Desaparece.
No como
fantasma
saliendo
afligido
del mar.
Ilusión,
serena
como el amor,
llega así
a su final.


VALLE III

Temprano, se levantaron y lavaron a la mañana,
con rocío y agua mineral,
y luego vieron a las mujeres, entusiasmadas.
Después, una banda de rapaces a intercambiar
placeres varios en la vastedad del Valle.
Preparado, el viejo Piancó, al fondo,
a nadie escondía su excitado asombro.
Corría manso, depurando las aguas,
aquí y allí forjando lujos, dengues,
avanzando sobre lechos de arena.

Casi en nidos, como en el suelo, el pasto
acogía a aquellos cuerpos contra la llena,
en el día en que nací, fruto del Valle.

Todo limpio ahora, el sol arriba,
consagra el río, incomparable guarda,
en la boca del sertón, viviendo lentamente
su hado, su suerte, su destino.


POESÍA EN EL CIELO

Estoy desnudo como un nombre común, pequeño y correcto,
bajo el cielo estrellado en un día de agosto;
bueno que no esté sólo, porque me divido
entre el cuerpo entero y el alma liberta.

Me puedo soltar a la hora neutra, entre la sombra
y la luz, en la dirección de los objetivos de la brisa.
Oh, sol, no tardes: trae contigo la madrugada
y algunas estrellas en un pedazo de nube.
Mi desnudez exulta: ve la vida naciente
inspirada en magias, sonidos, y nostalgias
y un mar sereno de poesía augusta.

Ahora es el espíritu del Tiempo que me viste
y en mi ser profundo reina: bendito el desnudo
que en mi cuerpo transfigura el cielo.


* Las piezas precedentes pertenecen a Visões do Vale (1997).


LOS JUECES

Miralos, ellos salen en dupla, para el reformatorio,
tristes, duros, de negro,
en este día sin luz.

En lo que se parecen, son.
Donde medra el siniestro
visor de la muerte
y la soledad de los débiles,
les agradan los bandidos y malhechores
de errancia perdida.

Sobre todo, cadáveres,
surgidos en el horror de los patios lúgubres
de las prisiones subacuáticas,
negras de limo y humo seco,
masacrados, de verdad.

Mirarlos, a los Jueces.
¿Qué fueron a hacer allá?
¿Bromas? ¿No es así
cómo, en el infierno,
se divierten los condenados?
-¡Cuenten a las víctimas! Es la voz
de un Juez a los verdugos.

Siniestro total, cercano al lodazal sangriento,
gritó, alegre, la platea togada.
-Así duritos, doctor Juez,
ocho, bien ordenados,
y el área limpia, como es habitual.

Liminarmente, llegada la noche,
duermen los Jueces con sus novias,
puros, castos, como querubines.


* La pieza precedente pertenece a Os Juízes (1998).


POLVO
                        A Celso de Paiva Leite (in memoriam)

Bajo el vasto intimismo de este silencio
se amontona algún polvo
negro; y queda, avara, una
flor cenicienta que, como el
viento, la sentimos presa a la tierra triste.
Un recuerdo, un dolor.


* La pieza precedente pertenece a O Nariz de Cíntia. Poesía Anti-épica (1998).

** La selección fue realizada de Poesia reunida (Idéia / Eda Edit, João Pessoa, 1999).

Versiones: Demian Paredes, Buenos Aires, 2022.

Ascendino Leite (1915-2010) nació en Conceição do Piancó, en Paraíba. Fue funcionario público y periodista, además de redactor de “asuntos parlamentarios”. Fue jefe de redacción y editor de varios diarios y revistas de São Paulo y Rio de Janeiro. Gran autor nacional, integró la Academia Paraibana de Letras desde 2002. Publicó, desde 1936, decenas de volúmenes de poesía, novela y ensayo; entre otros: Estética do Modernismo (1936), Notas Provincianas (1942), O Salto Mortal (1958), A Prisão (1958), Durações (Diário Íntimo) (1963), O Brasileiro (novela) (1975), O Jogo das Ilusões (Jornal Literário – X) (1980), Os Dias Memoráveis (Jornal Literário – XI) (1982), O Velho Leblon (Jornal Literário – XII) (1988), Jardim Marítimo (1995), Surpresas na Partida (Jornal literário) (1999), Vulgata (poesía), As Doces Vozes do Silêncio (Jornal Literário) (2000). Falleció en plena actividad.