ASPIRACIONES DE LETRADO
Aprender un idioma para estarse callado
Callar
por ejemplo
en sánscrito.
DESGRACIADO DE AQUEL QUE ANTE LOS MUSLOS
Desgraciado de aquel que ante los muslos desnudos
de la amante en el lecho
es capaz de mandarse un discurso.
HISTORIA ÍNTIMA
Pasados los diez fui otro
pero a los veinte era el mismo
Pasados los treinta no era el mismo
pero tampoco fui otro
A los cuarenta comenzó la cosa
pero a los cincuenta no sabía qué
Pasados los sesenta parecí otro
pero a los setenta seguía siendo el mismo
A los ochenta todo fue ganancia
que no supe muy bien qué era
hasta pasados los cien
en que se es sólo historia íntima.
PISADA
La hallé esta mañana en la arena
Ni la alta marea ni los vientos pudieron llevársela
Brillaba como una moneda nueva en medio de la playa
húmeda.
SOMARI
De saber que te llamabas penumbra
yo habría sido escondite
agujero
o zanja solitaria
Pero te hiciste llamar mediodía
y no te hallo
en el resplandor.
SOMARI
Hay un poco de mí en ti
pero es mucho más que lo poco de ti que hay en mí
Mi orgullo está en
saber que esta vez
he dado más que lo que recibo.
SOMARI CON PEZ Y PÁJARO
En mi cabaña conservo un pez de arcilla
y un pájaro de sombra
A ellos acudo para librarme del hastío
El pez habla por los cuatro costados el pájaro me alumbra
Sobre nosotros sólo el loco firmamento es perfecto
Cuando todo duerme
el pez despierta a los lagartos amordaza las arañas y conforta a
los náufragos
Y mientras el cielo nocturno se desliza
el pájaro de sombra sube hasta el costado del cosmos impasible
y regresa convertido en punzada.
SOMARI DE LA ETERNIDAD
Todo empieza y termina en la eternidad
Pero la eternidad no sabe de nosotros
Sus pobres soñadores.
SOMARI DE LA REINA O EL GOLPE DEBELADO
En el turbio Café de mi barrio donde empezaba un poema para ti
pasó a mi lado la más perfecta de las diosas
Dio unos pasos de sílfide me miró de soslayo sonrió y se sentó
(con otro por supuesto)
Seguí con el poema
Tú seguías reinando.
SOMARI DEL PERIÓDICO
Cada mañana recojo el periódico en la esquina
¿Cuánta mala noticia abatirá
las esperanzas del día?
Los diarios viven como buitres
de muerte y de carroña.
Gustavo Pereira nació en Punta de Piedra, Isla de Margarita, Venezuela, en 1940. Poeta y crítico literario, se Doctoró en Estudios Literarios en la Universidad de París. Fue fundador del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales y del Centro de Investigaciones Socio-Humanísticas de la Universidad de Oriente. Formó parte del grupo “Símbolo” (1958). Fue director y fundador de la Revista Trópico Uno de Puerto La Cruz. Ha publicado más de treinta títulos, entre ellos: Preparativos del viaje (1964); En plena estación (1966); Hasta reventar (1966); El interior de las sombras (1968); Los cuatro horizontes del cielo (1970); Poesía de qué (1971); Libro de los Somaris (1974); Segundo libro de los somaris (1979); Vivir contra morir (1988); El peor de los oficios (1990); La fiesta sigue (1992); Escrito Salvaje (1993); Antología poética (1994); Historias del Paraíso (1999); Dama de niebla (1999); Oficio de partir (1999) y Costado indio (2001).. Ha recibido algunos reconocimientos, entre ellos, el Premio Fundarte de Poesía (1993), el Premio de la XII Bienal Literaria José Antonio Ramos Sucre (1997) y el Premio Nacional de Literatura (2001).