Edgar Bailey (Buenos Aires 1919-1990) |
Último acto
El señor R. y su señora han salido del teatro antes de que
finalizara el espectáculo. El frío es intenso. El matrimonio
camina lentamente. Al llegar a una esquina una joven vestida
pobremente les pregunta la hora. El señor R. responde con
una ligera sonrisa: Es la hora del sueño.
Entonces la joven se dirige al teatro, penetra por la entrada
de los artistas y sube al escenario donde dice su papel en el
último acto de la obra. El señor y la señora R. siguen su
camino.
Un crucigrama
¿Puedo hacerle una caricatura, un crucigrama, un jeroglífico,
un horóscopo? Es muy delgado y viejo, pero la piel es joven.
Los ojos son verdes y vivaces. El traje, con grandes lampa-
rones, le queda grande. La tela es gruesa, a rayas. No lleva
medias y los zapatos deformados y enormes tienen las puntas
comidas. Insiste. Finalmente aceptamos que nos haga un
crucigrama. Se sienta contento a nuestra mesa. Nos pre-
gunta nuestros nombres, nuestras palabras preferidas. Por
bromear Enrique dice que prefiere la palabra miseria. El
viejo ríe, desdentado, suelto. Se atora, tose, enrojece. Se
calma y vuelve a reir. Y no ríe por nadie en particular. Ríe
por nosotros, por él, por todos.
La tarjeta
Entro en una oficina del Departamento de investigaciones
Científicas. Mi hermano me ha encomendado una ges-
tión. Tengo que ver a un funcionario y en cierta manera
participar de una investigación. Me atiende un empleado
y me pide mi tarjeta. le digo que no tengo. “Hay que
tener”, me responde. Y me muestra una tarjeta suya im-
presa en caracteres góticos. “Una como ésta, ¿entiende?”
Asiento, guardo la tarjeta en un bolsillo y salgo. En la
calle una señora de cierta edad me detiene y me mira con
una mezcla de asombro, alegría y pena. Ocurre que le
recuerdo mucho a su difunto esposo. Quedo confundido y
para salir del paso le entrego la tarjeta con caracteres gó-
ticos que acaban de darme.
Edgar Bailey –Maldonado- (Buenos Aires 1919-1990) Poeta, ensayista, narrador y traductor. En Poesía publicó entre otros títulos: En común; La vigilia y el viaje; Ni razón ni palabra; El día y Celebraciones; reunidos en Obra poética (1976). A partir de En común, publicado en 1949, Bailey ensaya una ruptura definitiva respecto de la poética de la Generación del Cuarenta y, al igual que sus contemporáneos, Cesár Fernández Moreno, Alberto Girri, Roberto Juarroz, Ricardo Zelarayán y Alfredo Veiravé, desarrolla nuevas perspectivas para la poesía argentina.
Escribió junto a su hermano el artista plástico y diseñador Tomás Maldonado el Manifiesto Invencionista ( 1945).