Jorge Ariel Madrazo |
Si se extravía una bala,
si alguien me escupe en la cara,
como ayer, no me guardo pensamientos
contra el amor que me ha sido dado.
si alguien me escupe en la cara,
como ayer, no me guardo pensamientos
contra el amor que me ha sido dado.
Ingeborg Bachmann
LAS jibias (las de Montale),
extrañísimos calamares, ámanse
luego de que el macho persuade a la hembra
mediante obsesivos frotes
sexuales y
fingiendo un inédito tono añil.
fingiendo un inédito tono añil.
Surcan los espermios la íntima
frontera.
Líricamente se adoran,
Líricamente se adoran,
procrean.
Así los animales,
su sabio frenesí.
su sabio frenesí.
Sólo el humano ama
y le estalla el planeta.
y le estalla el planeta.
OJOS tuyos que me miran
no
son
riente o cándido mirar, ojos son
para
ser
religiosamente, en sí, mirados:
iris de Afrodita de Fidias
mar que en el mar se enmarina.
Egeo que un paralelo Egeo
enciela
entes u ojos libando
tu vigilia interior.
Sobre la batea
ojos de mujer
procrean
en solitaria aldea
la idea
Mujer.
Y si esa foto se animara, te
hablase
¿qué haría la tu alma?
Imagen de mujer cuyos labios
acaricias cada mañana al irte y
en la noche, tan quedo.
¿Y si en un tris te respondiera,
te dijese: «te amo»
y buscaras en torno a la que
habló
y vieras sólo aquella
foto que te sonríe?
Esa foto ¿será sólo una foto,
acaso
no será Ella mismita
que ante tu desconcierto
se habrá echado a ser carne,
se habrá echado a cantar
y su canto resuene
entre los astros mudos?
A Patricia
LA callada algarabía
del amor
se tendió con nosotros
en el lecho de la dicha
hilada
con inusual delicadeza,
la dicha con senos
sexuales
de otoño.
Y fluye un manantial en la gruta
donde tu claridad llama a los
colores
donde canta
y torna a cantar
la callada algarabía del amor.
Para Alicia
CUANDO las manos del universo
se atreven a mecer
tu cabello con tal irreal
desatino,
una luz única, intensísima, se
enciende en el vino
en la casa del poeta, al borde
del acantilado.
Una luz única, intensísima, y
el viento recién nacido
impulsa al navío violeta
contra el muelle y el albatros
chillón.
Todo esto sucede cuando
el universo mece tu cabello.
Y cuando atas tu cabello con
una delgada cinta de seda
como quien pretende contener
una tormenta en un dedal
las nubes caen sobre Tongoy
y yo pastoreo palabras
en el cosmos, en la luna,
y es mi única ambición
que tu cabello crezca en mi pecho
que tu cielo quepa en mis pupilas
que tus llantos empapen mi voz.
LA morbidez, la seda.
Lisuras de la noche mojan tu cabello.
El mar escurre desde tus ojos
Lisuras de la noche mojan tu cabello.
El mar escurre desde tus ojos
Se incendia el parasol de la
aurora.
La inteligencia dicta el turno de las gacelas
La inteligencia dicta el turno de las gacelas
y electriza tus sueños con dedos
de lluvia.
(Haces nacer la música que nadie oirá).
Una garza desangra el horizonte, sólo
(Haces nacer la música que nadie oirá).
Una garza desangra el horizonte, sólo
para que tu sangre insurrecta
dé vida a cuanto inerte parecía.
Cuando enciendas tu luz, todas
las estrellas
preferirán morir.
JURAN los malpensados
que ella flamea
alas y no brazos,
nada ortodoxas alas
es verdad,
pero de tal levísima sustancia
que al correr a estrechar
con dulzura a mi amiga y
rogarle: “Ven, fiel mensajera
de la delicadeza”,
tintineó ella sus manitas
-¿sus alas, acaso?- y
se
elevó
hasta disolverse más luego en
la lluvia.
Jamás diré cuánto la extraño.
Desorientado
en la alta noche
ya no sé
qué es peor:
si oír que no me ama
o saber que ahora
pertenece al aire.
Y Ella dijo, esquivando mi
mirada, con pupilas
bajas me dijo: “el amor,
lo he comprobado, sólo es bello
si acata
postulados de matemática pasión”.
Es verdad: las isobaras que en
sus pliegues
nos congregan, la escala
hidrométrica
y aquella puestita de sol
tan exactos son como tu cuello
que deletreo a un millar de
kilómetros
con delectación.
Los estados de tu alma, más el
diámetro lunar
te acurrucan junto a mí para
escuchar
a Thelonius Monk. Y qué decir
de las grandes culpas del
abandono.
Del miedo que tiende sus alas de
estopa
Del deseo con sus arterias de ají.
Por favor,
cuando necesites calcular
dos más dos
ven a mí. Hagamos el amor.
INTIMIDAD del goce: vos y yo.
Navegar el planeta, la intemperie.
Esta noche será todas las noches.
Nuestras vidas anúdanse mañana.
Dos copas que se entibian; ojos, manos.
Fluir de las miradas (y algún tren).
Dos copas que se encienden. Ojos. Manos.
Intimidad del goce. Vos y yo.
La ciruela se encela sobre el plato.
Y un pasional jolgorio pese a todo.
Soñar tu boca (suspender la muerte).
Intimidad del goce. Y algún tren.
Dos copas que se incendian. Ojos. Manos
Un pasional jolgorio pese a todo.
Nuestras vidas anúdanse mañana.
La ciruela se encela sobre el plato.
Intimidad del goce, y algún tren.
EL rayo azul en el teléfono
seré
las fauces seré de la sed
el cántaro con los oros de tu leche seré
el jadeo seré de los soldados
que agonizan
en la estepa en Rusia
el frenesí seré la mano
descarnada por
la oscuridad.
Seré el malamparado que las madres temen
el que te amará un invierno como
nadie jamás el que no dormirá por inventarte
en la brusca noche seré los ojos
que te harán sollozar.
No me hallarás en el sótano en el
alcanfor
Temblaré en el pórtico de las desapariciones.
Viviré en tu sueño Y cuando no me sueñes
quizás sea que Aire no moje ya mi boca.
Pero igual cantaré todos los siglos por morir
la sorda música invisible de tu nombre.
*
(Cantiga para Ella, obtuvo el XII Premio
Internacional Sexto Continente de Poesía Amorosa)
Jorge
Ariel Madrazo (Buenos Aires, 1931) Poeta, narrador,
traductor. Exiliado en Venezuela entre 1976/83. Más de una docena de poemarios,
entre ellos Blues de Muertevida (1984, Premio Nacional-Regional), Cuerpo
textual (1987, Premio Municipal Ciudad de Bs.As.), Cantiga del Otro (1992, Premio-publicación
Edic. Del Dock), Para amar a una deidad y De vos, 2008. En prensa en julio
2012: Ayer decías mañana (Edit. Ruinas Circulares) y la antología personal Algunas
escenas del mundo (La
Cabra Ediciones, México).
Obtuvo la Beca para creación del Fondo Nacional de las
Artes, con el aval de Enrique Molina, Olga Orozco y Francisco Madariaga.
Miembro del Consejo de la
Revista de Poesía «Trilce», de Concepción, Chile, que dirige
el poeta Omar Lara.
En narrativa: Quarks – Microficciones. Ventana con Ornella y La mujer equivocada, cuentos.
Ensayo: Breve historia del bolero (Caracas, 1980) y El Anticristo (Edic.Círculo
latino, Madrid).
Su novela Gardel se fue a la guerra (Edic.
Desde la Gente,
CCC, 2011) obtuvo el Primer Premio Eduardo Mallea de Literatura 2003/2005 de la Ciudad de Buenos Aires.
Recibió en 2005 el Primer Premio internacional Ibby (International Board on
Books for Young People) por sus traducciones de libros de Jack London. Invitado
a Festivales poéticos en USA, Brasil, Colombia, España, Francia, Irlanda,
México, Perú y ex Yugoslavia. Miembro honorario de la Unión de Escritores
Brasileños y de la Academia
de Letras del Nordeste del Brasil.