Inmenso
Todo se llevó algo de vos
la tierra
el cielo
el aire mismo
yo escuché las bárbaras canciones
la suma del despojo
y así quedaste
inmenso.
La abnegación
Si yo supiera ciertamente que
sin mí
tendrías otra vida
feroz o fervorosa pero
completa aún
podría darte entonces
con un tajo
esto que tuvo
tantos nombres y formas y distancias
y quedarme sin mí
y descansar.
Otra música
No nos lleves decían las palabras
dejanos nuestra casa
el pan
que da el silencio
¿pueden servirte nuestros ojos cerrados
esta boca colmada de insectos y coronas?
ya escribe el deseo
y otra música se entrega a los abismos
dejanos aquí
la casa es pequeña
vacía
y luminosa.
Buscá la luz.
Todo lo que aprendí de la luz
no está
a la luz.
………………………
Luz
un cuarto de espejos
vacío.
No entres.
…………………..
Repleta de hambre
iba esa luz
a ciegas.
…………………..
El fondo de la luz
es un espejo.
El fondo del espejo
no es la luz.
…………………..
A no mirar ayudaba
el exceso
de luz.
…………………….
No pidas a la noche
una lección de luz
ni al día
un suspenso terminado.
Le han dicho
Porque ahora
todo lo que usted puede esperar
es el silencio
apure su ahogo
su mentira
y escriba
no hay otro modo
de pasar el tiempo.
Sancti Spiritu
En la paloma
se hunde
la paloma
abre del agua
palabras.
Dan luz los artefactos
hacen
sombra.
¿Y después?
El sol
las distracciones…
Ventarrón
Acá dejáme
en días parecidos
numeritos tomados de la mano
estas paredes
la ciudad
son inocentes de toda mi alma
lentos animales
donde ruges
acá
provincia
oscuro alambre de silencio.
Los días, el dolor
¿No te das cuenta?
Es luz
no el viento
lo que llega
a la ciudad
y esa hoja
arenillas
la última pluma del sol
no son afrentas
fuerzas
o el por qué…
La torpe escritura
los días
el dolor.
La hora
Queridos compañeros
es la hora
hay un vaso de agua y una puerta
pero no hay
no hubo nunca
una casa
una sed.
Salir temprano
El perro final
árboles llegando de otro cielo
música manchada de fantasmas
para quien camina solo
esas lámparas
apenas
son el alba.
Descubro, a veces
Descubro
a veces
un gallo rojo
adentro
el se da cuenta
mira
y no amanece más.
La fiesta
Ese niño apretando
su globo final
la máscara colgando de una rama
se parecen a mi soledad
son mi soledad
papel picado
silbatos rotos.
Lo que el burro sabe
Entre el burro que algo sabe
y el puro, puro, burro
una diferencia hay
el burro puro, puro
solamente rebuzna
y a veces
incluso
dulcemente.
De niebla
¿Qué pasó con el poema
del poema?
¿Qué hizo después
lo dicho
de aquello
lo no dicho?
Borbotón de niebla
esa belleza
un corazón dispuesto
¿Qué hicimos?
¿Qué hizo de nosotros
la palabra?
Última palabra
Ni en París con aguaceros
ni pidiendo más luz
o morir mirando lejos
las últimas palabras
¿a quién?
La muerte
nunca
escucha nada.
Alejandro Schmidt nació en Villa María, Córdoba, Argentina en 1955.
Publicó 36 textos de poesía.Entre 1990 y 2007 dirigió la editorial de poesía Radamanto. Su obra fue traducida parcialmente al inglés, alemán, italiano,
catalán y portugués. Dos de sus libros fueron transcriptos al sistema Braille.
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