Washington Benavídes |
SEÑORA MUERTE…
“y
lo que quiero saber es
Cuánto
le gusta su muchacho de los
Ojos azules
Señora Muerte”
(e.e.cummings)
Si alemán serías El
Muerte. Pero
Como te escribo en
castellano,
Sos la señora
Muerte.
La Ñata del
lunfardo y algún
Tango, “La que te
dije” –elusión
a nombrarte- del lenguaje urbano.
En realidad,
estamos frente a frente
Desde el nacimiento
(y aún antes).
Y esto lo reveló el
estoico y lo hizo poema Francisco de Quevedo.
Te han relacionado
con el sueño.
Cosa que no
comparto.
Aunque a veces nos
llega de pesadilla
El sueño es la única
visión que tendremos
Del Paraíso que no
existe.
Por lo tanto,
Señora, me importa poco
Que Usted desmonte
a Búfalo Hill.
A Napoleón o Benito
o cualquier maestro
de la usura,
Rostchild o Banco
Ambrosiano,
O pequeño usurero
de provincia
Con las manos
mugrosas de robarle
A los pobres y
necesitados.
Otras
desapariciones le objetarían
Poetas como Esenin
o Maicovski
Que buscaron sus fríos
pechos
“para morir
abrasaos” no solamente
Artistas, gente común,
laburantes
Que se mataron con
sus copas de grapa antes
De la oficina para poder teclear inmundos
Formularios o parejas juveniles
Que, abrazados, se
dejaron caer desde un bote a las aguas
donde los esperaba
Perséfone.
Porque sus ciegos
padres no midieron
La pasión de sus
hijos.
Ni que decir de los
niños que recolectas
Por todo el mundo.
Esos
No besarán tus
huesos desmedidos.
Y esto te lo digo
en la cara sin desenfundar
El revólver con cachas de nácar
Que heredé de
Billy The Kid,
Ni la vieja pistola
lafouchette de dos cañones
De mi amigo Josecito Jiménez,
El carrero.
CUERPO HERMOSO…
1
Es casi un ángel de
Fra Filipo Lippi.
Aunque algunos le
encuentran
Facciones de la
abuela (por cierto,
Muy hermosa, agregan, como
Cuidándose de la réplica
jocosa).
El sexo oculto en
un liviano pliegue
Está diciendo que
se llamará:
¿Estefanía, Margaretta,
Helena?
Cuando le bañan
(ella gustosa accede)
Es como una llama
Como una lámpara de
siete brazos
Como una madreperla
, una madrépora
O una niña hermosa.
2
Si se lastima las
rodillas
Al saltar del
columpio
El mundo todo queda
en suspenso.
Como en Santiago
cuando está “temblando”.
En cumpleaños
propio o ajeno
Parece advenediza
Como si un hada
despertara
En una galería de carbón
profunda.
Si mira un niño,
ese niño
Ya sabe que será un
Figari si pinta
Un Vaz Ferreira
entre la Lógica
y la Música
Un Santos Dumont en
aeroplano
Un Julio Herrera
que anda
Suelto por Los Parques Abandonados
Soñando la
Desolación Absurda,
O un almacenero de ultramarinos
Con chalet liberty
para el verano.
El niño que no es
mirado (como yo)
Tendrá que irse a París
A competir en el
Parque de Los
Príncipes en
bicicleta o escribir un poema
Que le de vuelta al
mundo como a una media
Y que se llame los
Cantos de Maldoror.
3
La adolescente que soñarían
todos los publicitarios
Dalianegragivenchiversacelacabana
Pasea por el Prado
y el rosedal desea que la niña
Lo atienda y furiosamente estalla en rosas
Amarillas
Rosas-té
Sangrientas
Desesperanzadas
Al fin sólo aspiran
a que la adolescente
Entre sus dedos
prerrafaelistas
Transforme en juego
cruel contarlas
Mientras las
deshoja
En un “quiero,
No quiero,
Pero quiero,
Y no te
quiero…”
4
Un muchacho
atildado
La mira sin
contemplaciones
De oferente,
La mira como un
macho mira
A la hembra
Como un ciervo de
altiva arboladura
Clava sus ojos en
la cierva virgen
Y se prepara para
la contienda.
Ella (que lo ha
mirado disimuladamente)
Ahora se extasía en
una telaraña
Que aspira –nada
menos- que atrapar
Al sol.
5
Cortinados
amarillos que abrumaran
A Lucrecio
Pero no son
amarillos ni cortinados.
Son un velo de
novia, son un velamen
De esponsales.
Son otra tela de
araña que no tejieron
Los arácnidos
Pero que
probablemente operen
De igual manera.
No es el novio el
fino adolescente.
Es un señor de
propiedad burguesa
Una cadena de oro
cruza su vientre
Y en su chaleco de
pana blanca
Oculta el Tiempo.
Bigotes a lo
Humberto Primo
Levita de embajador
francés y el cuello
De palomita y de
charoles donde el cielo
Se refleja en sus botines.
El cabello detenido
en dos crenchas.
En el rostro sin
sorpresas, una sonrisa
De satisfacción, y
a la par un aire
Grave
De pausados giros…
5
No fue el ciervo y
la cierva
En la majestuosidad
del bosque de abedules.
Fue casi un
estupro, con gruñidos y grititos,
Un revuelo de
vestiduras de dormir
Y blancos muslos
asediados.
6
Junto a la madre
que teje imperturbablemente
La joven mujer grávida
Mira por la ventana
el Prado del otoño
Una niebla que es
como un mitin de fantasmas
Va borrándolo todo…
También el
pensamiento de la joven grávida
Que estaba lejos,
muy lejos,
Tal vez en Buenos
Aires, a la que ahora llaman
“La Reina del Plata”.
Imperceptiblemente,
cava y cava una arruga
Advenediza, en su
frente de Dama
De Dante Gabriel
Rossetti.
Un señor, que le es
ajeno, aunque sea su marido
Acaba de regresar
de su bufete.
Su sombra, a
contraluz, se vuelve enorme,
Un leve clic
advierte que la puerta
Cancel con sus
cristales de Murano,
Dejó fuera el
otoño.
DEVOLUCIONES IMPOSTERGABLES
El “manto de
Gotemburgo”, una maravilla textil
Creada por los
indios paracas del Perú,
Vuelve a su origen.
El gobierno de Suecia
Cumple con un
requisito fundamental:
La vuelta de
maravillas del arte, la arquitectura de pueblos arrasados
Por los
conquistadores. Desde las creaciones admirables egipcias o más antiguas
Que “adornan”
ciudades de los invasores, como si fueran propias.
Como ostentaban (y
ostentan) escudos patrios con
Las banderas de los
vencidos, como triunfos
Romanos. Ni que decir de la rapiña nazi
Con Goering a la
cabeza, de los logros artísticos de los países invadidos.
¿Cuántas joyas,
pinturas, artesanías mágicas,
Debieran
restituirse a su origen?
Hoy, en una hermosa
revista peruana “Chasqui” nº 23, octubre de 2014,del Ministerio de RREE .Una arqueóloga,
Carmen Thays, historia la joya de la textilería paraca.
Y bien, ello nos movió,
a la reflexión anterior.
Cómo una ráfaga,
como un turbión
De pesadilla:
circularon por nuestros ojos
Los robos
manifiestos de los detentadores
Del poder, sobre
las obras únicas
De los vencidos.
¿Cuántos museos del
mundo se alimentan
Con estos saqueos?
Cuántos turistas de
Grecia vuelven con pedazos
De mármol de esculturas o templos
Que les venden al
mejor postor?
Y ya no gobiernos
depredadores, sino
Sencillos hombres y
mujeres
Que retornan con su
pedacito del Acrópolis?
(Sé que miras la
vasija, el plato, la ñañaca
O manto chico o las
bandas cefálicas del
Rey difunto, que
amañaste, el pectoral de oro,
La esmeralda del
cuello de la princesa,”La Barca
de Oro”, corazón del Museo de Bogotá, que se escapó por unos dólares…)…)
En el Brooklyn
Museum yace el “Manto Calendario” saqueado en 1902 del cementerio de Arena
Blanca, en la península de Paracas,
Por Domingo Cánepa
y su pandilla,
De los núcleos
funerarios descubiertos.
¿Volverán las
oscuras golondrinas
De tu balcón sus
nidos a colgar?
Me viene un gesto escéptico.
Perdona.
INVENTARIO-PESADILLA
ECOCATASTROPHE.
Dejemos los “40 días
y 40 noches”
De Las Sagradas.
Un emperador chino ordenó
la quema
De la gran
biblioteca, porque la
Historia
Debía comenzar en él
y con él.
Tu Fu, en un poema,
hablando al emperador
De turno,
Le señaló que,
junto a la Gran Muralla,
Coexistía una gran
muralla de osamentas,
De los esclavos y
extranjeros que costó
Una de las
Maravillas del Mundo.
¿Sabes cuantos
obreros y familias de obreros
Abatió entre la
malaria y la miseria
La construcción del
Canal de Panamá
(Y ahora
sobrevendría el de Nicaragua).
¿Cuántos la Gran Esfinge, cuántos
Las Pirámides y los
Colosos de Menmon?
¿Sabes que con
Chico Carlos fueron muchos
Los mártires defendiendo la Amazonía
De la avidez de los
Latifundistas y Empresarios? Defendiendo nuestros pulmones?
Olvidaste las catástrofes
nucleares:
En 1979 en Three Mile Island (Pensilvania,
EEUU) O en
Chernobil (Soviética) 1986,
O en Fukushima (Japón)
en 2011?
¿Sabes que las
pruebas atómicas marítimas modificaron
la Corriente del Niño y otras mas, desviando
La que aportaba la
anchoeta al Perú, para gaviotas y
petreles y su guano, y la pesca, alimento imprescindible?
Sabes que el clima mediterráneo
de Montevideo se fue al carajo,
Y vivimos alterados
por las “alertas naranjas o amarillas” que significan tornados, granizo,
Lluvias que
desbordan río y arroyos,
Obligando a miles a
refugiarse, viendo sus precarias
Viviendas destruidas.
¿Sabes cómo la
Administración se
desvive por extraerlos del lodo y de los excrementos?
¿Te has enterado
del volumen polucionado de río y arroyos,
Por las vertientes químicas
de empresas y fábricas, transformando en canales de la muerte
Todo lo acuífero?
Si todavía te queda voz, hazla oír,
Que aún vive la
protesta.
SEIS VARIACIONES PARA UN ARMONIO
DE
CRISTAL (ELECTRÓNICO)
Por xoan zorro.
“La
muerte no es el final
Es
sólo zona de parking.”
Jack
Spicer.
1
La máquina
alterada.
La gran nuez de la
cima
Parece no soportar
una avalancha
Ni una modesta
ardilla.
El cordaje del
cuello desafina
Como un arpa
Tocada por secretas
carcomas
Y en su ropero
El viejo corazón
como dijera
Jean Cocteau:
“Hoy, no se
lleva”.
Y para abajo mejor
es no meneallo.
Sin embargo, mi
amigo –viejo amigo-:
La
muerte no es el final
Es sólo zona de parking.
2
Corriendo por el
césped
Maravillosas
piernas de muchacha
Acompasadas por las
fuertes piernas
Del mozo que la
cuida
Como a la niña de
sus ojos
Que eso es para él
Esa muchacha de
piernas admirables
Corriendo por el
césped
Ascendiendo entre
tilos
Va la pareja por el
Parque de Los Aliados
Corriendo tras el
arco
De la Alianza
Ella con piernas
dignas de Artemisa
Él, con algún
calambre,
Sin perderle
pisada. Desesperadamente,
Tras la niña de sus ojos.
3
El hombre arrolló
la bandera
Que en ese instante
comenzaba a ser
Candidata a los
trastos polvorientos
Del altillo.
Iba a encender un
cigarrillo. Lo pensó
Mejor, y sus dedos
volvieron
A depositarlo en la
cajilla.
En ese acto (casi
reflejo) saltó
De su bolsillo
aquella vieja desteñida foto
(quien la viera, de paso, arriesgaría
A decir: es una foto
De un niño o de una niña).
El hombre la miró. Respiró
hondo
Y volvió a desplegar
La bandera.
A
Juan Gelman.
4
No era un templo
era una sala
De cinematógrafo
Por lo tanto era un
templo además
De una sala de cinematógrafo
Y en esa
sala/templo, el muchacho veía
Por undécima vez
“La General” de Búster Keaton.
Sabía perfectamente
cuándo saltaba
Como una liebre la imagen
De los viejos rollos
Esperaba con unción
el instante
De la deshonra del maquinista
Ante su novia
Seguro que iba a
reconquistarla y liberarla
Del laberinto de rieles
Y ejércitos enfrentados
Del Norte contra el
Sur.
Además, sonreía,
con la seguridad secreta
Que desde la próxima
Exhibición él sería el
maquinista
Él sería Búster Keaton
Y alcanzaría los créditos
Que la vida se empeñaba en negarle.
5
El pobre Mozart
Alcanzó su gramo de
felicidad
Ya acosado por la
muerte cuando escuchó
Al mozo de la carnicería
Cantar un aria de Papageno.
Con esta anécdota
se alentó el desconocido
Autor de canciones.
¿Quién dice?. A lo
mejor…
6
“El
mirlo canta y la bebé ríe,
A
medio camino en el siglo del
Horror.”
Kenneth
Rexroth.
Dulce Camila
Fuerte Natalie:
Maravillosas hijas
de mi hijo
Nietas de la alegría
Poseedoras de un
coraje casi borrado
De los escritos de
este mundo.
Al borde del
Milenio, Camila:
Cédeme un poco de
tu ternura honda
Que me sabrá a un
trago de agua
En el corazón del verano.
Préstame tu energía,
dorada Natalie,
Dibújame constante,
como de niña
Fundabas árboles, casas,
padres gatos
Bigotudos.
Ustedes caminarán
Por tiempos que han
alarmado
La imaginación o la conciencia
Y sé que vuestros
pasos llevarán
Nuevas luces, dínamo
Ustedes caminarán
Por tiempos que han
alarmado
La imaginación o la conciencia
De los hombres
Y sé que vuestros
pasos llevarán
Nuevas luces, dínamos
De pureza
Para mañanas que no
serán ojos
De ciego/ muletas
Abandonadas entre
las ruinas de la guerra.
Ustedes llevaran
como un nuevo testamento
El deseo de todos
nosotros
(los conocidos, los desconocidos)
UNPOCO MÁS SÓLIDO QUE EL AIRE
Casi desparramado,
Bajo el quincho
solidario
Pasan “músicos” que
hace tanto
No venían a estos
árboles,
Los músicos son
unos pajaritos
De mediano tamaño,
el dorso de color marrón oscuro,
Casi acanelado el
pecho.
Siempre en bando.
Rápidos y fugaces
Sobre la avena
estéril, sobre los pastos
Recién cortados por
un operario.
Cantan. Una música
que huele a pasto,
A reflejo de las
nubes en la acequia,
A urgencias de
apareo.
A dulce clima.
Ya se fueron.
Volaron hacia otros campos.
Las desafinadas
langostas verdes tratan
De mejorar sus
arreglos
(No sea que Nicolo
–el gran violinista
Iracundo- les
quiebre sus arcos).
Sigo despatarrado. Increíblemente,
una
Perdiz chica pasa
junto a mi, sin empacho
Ni miedo. En otros
tiempos…
Al fin veo a una
viudita blanca.
(Desolado ante los
desmanes de los
Fundamentalismos,
fustigan mi visión:
Garrote vil, torres
con horcas,
hachas fulmíneas, lapidaciones,
Rocas Tarpeyas,
“la solución final”
con cámaras de gas,
Piras humanas de la Santa Fe, cruces romanas,
Venenos socráticos,
elixires borgianos,
Inyecciones
letales, sillas eléctricas,
Fusilamientos, la
“refalosa” de federales
Y unitarios, los
despenadores oficiales
De los ejércitos,
la espada isabelina,
El puñal
tribunicio, el sicario de trece
Apuntando y
acertando. Los degolladores
De Barranca Yaco,
la cabeza del Chacho
Peñaloza, los niños
del último ejército
Guaraní ante el
sádico Conde D´eu;
Los N N de
cualquier territorio…)
Salto, como mordido
por crucera.
El tiempo está
cambiante y de la Cuchilla
De Haedo baja en carretón siniestro una tormenta.
También asoma en la
dulzura de este
Mundo, una Tercera
Guerra nada fría.
¿A los señores de
la guerra no enfrentarán
Los hijos de la
patria grande?
Washington Benavides (Tacuarembó, Uruguay, 1930) Poeta, traductor
y músico. Maestro quien hace décadas me supo indicar, en una noche cargada de
humedad rioplatense, en la “valiant” Montevideo qué leer.
Entre sus últimos
títulos se hallan: "El mirlo y la misa" (2000);"Los pies
clavados" (2000); Un viejo trovador" (antología) 2004;"Dracmas"
(2005);"Diario del Iporá (2006);"Sonetos del Batoví dorado al
gabinete del Dr Caligari" (2008);"El frasco azul" (2011);
"Tata Vizcacha" (reedición.2012);"Como un comanche" -seis
libros inéditos- ( Ed. homenaje del Ministerio de RREE del Uruguay, 2012).
LIBROS de
heterónimos:"Amarili y otros poemas" Pedro Agudo(2007); Doce
canciones amorosas (bilingüe) Juglar Xoan Zorro (2010);" Asuntos del
falsificador" John Filiberto (2012).
Entre los autores que ha traducido se cuentan:
Guimarães Rosa, Oswald de Andrade, Carlos Drummond de Andrade y Affonso Romano
de Sant’Anna.
Sus poemas y
canciones han sido musicalizados y grabadas por: Alfredo Zitarrosa, Daniel
Viglietti, Eduardo Darnauchans, Héctor Numa Moraes, Carlos Benavídes, Los
Olimareños y Los Zucará.