las chicas del hotel green
estas
chicas son más bellas
que
las estrellas
de
cine
y
se tienden sobre el césped
tomando
sol
y
una de ellas
está
sentada
viste
una pollera corta
y
tacos altos, sus piernas
cruzadas
exponen
milagrosos
muslos.
un
pañuelo le cubre la frente
y
fuma
un
cigarrillo largo.
el
tráfico pasa
lento
casi
deteniéndose.
el
tráfico.
están
medio dormidas
bajo
el sol
de
la tarde
son
todas putas
todas
putas sin
alma
y
son mágicas
pues
nunca mienten
no
mienten
sobre
nada.
me
subo a mi auto
espero
que el tráfico
me
deje pasar
y
atravieso la calle
hacia
el hotel green
hacia
mi favorita:
ella
está
tomando sol
sobre
el césped cerca
de
la vereda.
“hola,”
le digo.
ella
gira
sus ojos
que
brillan
como
diamantes
de
utilería.
me
mira.
su
rostro es
inexpresivo.
desde
la ventana
del
auto
le
lanzo
mi
último libro de poemas
que
cae a su lado.
embrago
pongo
primera,
y
me
alejo
despacio.
esta
noche
habrá
algunas risas,
estoy
seguro.
Algunas de mis lectoras
me
sentía bien al salir
de
ese café exclusivo en Alemania
aquella
noche lluviosa en que
algunas
damas se habían enterado
de
que yo cenaría allí
y
cuando caminé hacia afuera bien comido
y
bien bebido
las
damas
esas
damas estaban reunidas
en
la vereda de enfrente
y
blandían carteles
y
me gritaban furiosas
pero
lo único que pude reconocer en los carteles
y
en los gritos
fue
mi nombre y apellido
Le
pregunté a un amigo alemán que era
lo
que decían.
“te
odian,” me dijo,
“pertenecen
al Movimiento Alemán
de
Liberación Femenina...”
me
detuve y las observé, ellas eran
verdaderamente
bellas y gritonas, yo
las
amo a todas, pensé, me reí, las saludé,
y
les tiré algunos besos.
luego
mi amigo, mi editor y
mi
novia me hicieron subir al auto;
el
motor arrancó, los limpiaparabrisas
comenzaron
su ir y venir
y
mientras nos alejábamos bajo la lluvia
me
di vuelta para mirarlas
allí
paradas en ese clima terrible
blandiendo
carteles y puños.
era
lindo ser reconocido
en
mi país de nacimiento, eso
sobre
todas las cosas
era
lo que importaba ...
▲▲▲
de
regreso en la habitación del hotel
descorchando
junto a mis amigos
botellas
de vino
las
extrañé
extrañé
a esas furiosas
mojadas
apasionadas
damas
de
la noche.
(Versiones
Esteban Moore)