Horacio Salas |
GENÉTICA
No me dio muchas cosas: una escasa estatura
el humor permanente
los buenos modales en la mesa
el trato a las mujeres
No me ha dejado ni una casa ni un campo
coleccionaba deudas y acreedores
compañeros de póker y leyendas
pero está en mí
se aparece de pronto en el espejo
en un inesperado movimiento / en una mueca
en las cejas pobladas
se me presenta a veces corrigiendo mi letra
o en los últimos sueños de la noche
lo veo en el medio de la calle
de sobretodo oscuro / despidiéndome
o ya destruido tembloroso irritable
amarillento
triste porque su hijo se ha marchado al exilio
ignorando en el fondo
si estaba en el Pacífico o en Suecia
Confuso y confundido
como lo estuvo siempre
suponía que el tiempo puede volver atrás
que se repite
No amaba los poemas
y prefería una buena sentencia a una novela
se dormía en cualquier parte
y era capaz de gastar en un rato
el sueldo de dos meses
Nunca nos comprendimos
salvo una noche
en que me vio llorar de amor
(y me lo dijo)
aunque al día siguiente otra vez nos callamos
Él no aprendió a llorar
no pudo hacerlo ni ante mi madre muerta
a la que amaba hoy lo comprendo cuánto
de qué manera trabajosa / tramposa
pero intensiva / intensa humorista y dramática
Su soledad se agudizó con mi partida
pero no me lo dijo
(o me lo dijo y no pude entenderle)
Cada tanto llegaban unas cartas
confusas al principio
incoherentes más luego
Cuando después de algunos años volví a verlo
no era el mismo
su cuerpo me pareció resquebrajado
y en su mirada había una nebulosa
- pensé que cada uno elige su destino-
los dos habíamos edificado
nuestras paredes altas sin ventanas
hablamos de la nada
nos mentimos
Ahora junto a mi madre me visita en los sueños
Rara vez nos hablamos.
DINOSAURIO
No me dio muchas cosas: una escasa estatura
el humor permanente
los buenos modales en la mesa
el trato a las mujeres
No me ha dejado ni una casa ni un campo
coleccionaba deudas y acreedores
compañeros de póker y leyendas
pero está en mí
se aparece de pronto en el espejo
en un inesperado movimiento / en una mueca
en las cejas pobladas
se me presenta a veces corrigiendo mi letra
o en los últimos sueños de la noche
lo veo en el medio de la calle
de sobretodo oscuro / despidiéndome
o ya destruido tembloroso irritable
amarillento
triste porque su hijo se ha marchado al exilio
ignorando en el fondo
si estaba en el Pacífico o en Suecia
Confuso y confundido
como lo estuvo siempre
suponía que el tiempo puede volver atrás
que se repite
No amaba los poemas
y prefería una buena sentencia a una novela
se dormía en cualquier parte
y era capaz de gastar en un rato
el sueldo de dos meses
Nunca nos comprendimos
salvo una noche
en que me vio llorar de amor
(y me lo dijo)
aunque al día siguiente otra vez nos callamos
Él no aprendió a llorar
no pudo hacerlo ni ante mi madre muerta
a la que amaba hoy lo comprendo cuánto
de qué manera trabajosa / tramposa
pero intensiva / intensa humorista y dramática
Su soledad se agudizó con mi partida
pero no me lo dijo
(o me lo dijo y no pude entenderle)
Cada tanto llegaban unas cartas
confusas al principio
incoherentes más luego
Cuando después de algunos años volví a verlo
no era el mismo
su cuerpo me pareció resquebrajado
y en su mirada había una nebulosa
- pensé que cada uno elige su destino-
los dos habíamos edificado
nuestras paredes altas sin ventanas
hablamos de la nada
nos mentimos
Ahora junto a mi madre me visita en los sueños
Rara vez nos hablamos.
DINOSAURIO
Conocedor de las teorías de Darwin
para sobrevivir ha reducido su tamaño (casi en exceso)
y el mimetismo (el camuflaje) le da buen resultado
Cuando camina por Palermo no lo advierten no llama la atención
salvo si carga con un número inusual de volúmenes
o lee mientras saluda a los vecinos a los porteros de la cuadra
o cuando (por el rabillo del ojo para que descubran
características de su especie)
observa ávidamente los ombligos que brotan en verano
Sabe que hay otros en el mundo que poseen estigmas similares
aman a Mozart a Haydn a Malher se emocionan con Bach
y varias sonatas de Beethoven los conmueven
no se equivocan al citar a Neruda y nunca se refieren a Borges
con ligereza de modelo que resbala sus largos muslos
por una pasarela
algunos además coleccionan postales centenarias
reconocen una frase de Proust de Flaubert o de Barthes
disfrutan El Banquete el sabor de los quesos bretones
las ostras los percebes o la luz de Picasso
El pobre dinosaurio para mimetizarse mira televisión todos los días
y hasta analiza sin errores visibles tácticas y estrategias
detrás de las gambetas
Con el paso del tiempo cada vez permanece más días en la cueva
y lee para informarse de las furias del hombre
de las transformaciones que debe ensayar prolijamente para no descubrirse
Pero los antiguas reptiles son reptiles y esos disimulos
por momentos se hacen evidentes
no les gusta mentir ni hablar de lo que ignoran
la vejez los ha vuelto eruditos bibliófilos
y en el fondo añoran la amplitud de los campos
cubiertos de vegetación de frescos pantanos y biquinis
Algunos dinosaurios utilizan la técnica de manera aceptable
Se indignan se resignan sufren le temen al dolor y a la muerte
se enamoran de humanas y tapan sus angustias tapizando de libros
las paredes
Todavía cada tanto deslizan un poema
que como grandes huevos en la playa
serán festín de arqueólogos
en siglos venideros.
Alberto Vanasco, Horacio Salas, E.M., A. Castelpoggi |
Horacio Salas ( Buenos Aires, 1938) Poeta y ensayista. Ha publicado más de cuarenta títulos entre otros, en poesía: La corrupción (1969); Mate pastor (1971); Gajes del oficio, publicado en Madrid en 1979; Cuestiones personales (1985), y Dar de nuevo (2003). Han aparecido cuatro antologías de su obra, la primera en la Colección del Quinto Centenario de Madrid y las restantes en Buenos Aires en 1996.
En ensayo ha dado a conocer, entre otros: La poesía de Buenos Aires (1968); Generación poética del 60 (1976), La España Barroca (1978); El tango (1986) (con diez ediciones en Argentina y que ha sido traducida al francés, al alemán, al italiano, al griego y al japonés el libro tiene edición castellana en México y Cuba); Borges, una biografía (1994); El Centenario (1996); Homero Manzi y su tiempo (2001); Lecturas de la memoria (2005). Centenario del Petróleo argentino –dos tomos- (2007).
Ha recibido Primer Premio Municipal de Poesía, así como el Nacional de Ensayo. Los premios Konex de Periodismo y de Poesía. Su obra ha sido traducida a doce idiomas y poemas suyos figuran en medio centenar de antologías.
En 1991 el gobierno francés lo condecoró con la orden de Chevalier des Arts et des Lettres y en 2002 fue nombrado Ciudadano ilustre de Buenos Aires. Fue Secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Durante doce años se desempeñó como Director del Fondo Nacional de las Artes. Fue Director de la Biblioteca Nacional.