César Vallejo |
La violencia de las horas
Todos han muerto.
Murió doña Antonia, la ronca, que
hacía pan barato en el burgo.
Murió el cura Santiago, a quien placía le saludasen los jóvenes y
las mozas, respondiéndoles a todos, indistintamente:
Buenos días,
José! Buenos
días, María!
Murió aquella joven
rubia, Carlota, dejando un hijito de meses, que
luego también murió a
los ocho días de la madre.
Murió mi tía Albina,
que solía cantar tiempos y modos de heredad,
en tanto cosía en los
corredores, para Isidora, la criada de oficio,
la honrosísima mujer.
Murió un viejo tuerto,
su nombre no recuerdo, pero dormía al sol
de la mañana, sentado
ante la puerta del hojalatero de la esquina.
Murió Rayo, el perro
de mi altura, herido de un balazo de no se
sabe quién.
Murió Lucas, mi cuñado
en la paz de las cinturas, de quien me acuerdo
cuando llueve y no hay
nadie en mi experiencia.
Murió en mi revólver
mi madre, en mi puño mi hermana y mi hermano
en mi víscera
sangrienta, los tres ligados por un género triste de tristeza,
en el mes de agosto de
años sucesivos.
Murió el músico
Méndez, alto y muy borracho, que solfeaba con su clarinete tocatas
melancólicas, a cuyo articulado se dormían las gallinas de mi barrio, mucho
antes de que el sol se fuese.
Murió mi eternidad y
estoy velándola.
El momento más grave de la vida
Un hombre dijo:
—El momento más grave
de mi vida estuvo en la batalla del Marne,
cuando fui herido en
el pecho.
Otro hombre dijo:
—El momento más grave
de mi vida, ocurrió en un maremoto
de Yokohama, del cual
salvé milagrosamente, refugiado bajo
el alero de una tienda
de lacas.
Y otro hombre dijo:
—El momento más grave
de mi vida acontece cuando duermo
de día.
Y otro dijo:
—El momento más grave
de mi vida ha estado en mi mayor
soledad.
Y otro dijo:
—El momento más grave
de mi vida fue mi prisión en una cárcel
del Perú.
Y otro dijo:
—El momento más grave
de mi vida es el haber sorprendido
de perfil a mi padre.
Y el último hombre
dijo:
—El momento más grave
de mi vida no ha llegado todavía.
César Vallejo Poeta (Santiago de Chuco, Perú, 1892-París, Francia, 1938)