jueves, 10 de febrero de 2011

Charles Bukowski: La historia de un sufrido hijo de puta.

Charles Bukowski (1920-1994)





















una noche llegó piel y huesos a mi puerta, mojado apaleado
temeroso
era un gato blanco bizco rabón
lo dejé entrar lo alimenté fue uno más en la casa
desarrolló hacia mí cierta cariñosa confianza
hasta que un buen día un conocido,
estacionando en mi cochera
pasó con su auto por encima del gato blanco bizco rabón
de inmediato llevé lo que quedaba de él a un veterinario que dijo:
“no hay mucho para hacer…dale estas pastillas… su espinazo
está aplastado, pero fue aplastado anteriormente y de algún modo
logró sanar, si sobrevive no volverá a caminar, mirá
estas radiografías, le metieron un escopetazo,
mirá estos puntos oscuros
son perdigones enquistados…además, alguna vez tuvo una cola
y alguien se la cortó…
me llevé el gato a casa, era un verano caliente, uno
de los más calientes en décadas, puse al gato en el piso del baño,
le serví agua, sus pastillas, no deseaba comer ni beber agua,
yo sumergía mi dedo en el agua, le humedecía la boca el hocico
y le hablaba, ese verano no fui a ningún lado, pasé muchos días
de ese verano en el baño hablándole, acariciándolo suavemente,
él me miraba con esos ojos que se le entrecruzaban
mientras tanto pasaban los días,
una tarde realizó su primer movimiento
arrastrándose con sus patas delanteras
(las traseras no querían moverse)
llegó hasta el rincón donde yo había preparado su cama
se arrastró un poco más y se dejo caer en ella,
fue para mí como el sonido de un clarín presagiando la victoria posible
aturdiendo el baño, desparramándose por la ciudad, yo
le conté entonces a ese gato –que la había pasado mal también, no tan mal,
pero bastante mal…
una mañana se irguió, se paró sobre sus patas, cayendo luego de espaldas,
                                                                            /me observaba mansamente.
“lo podés hacer” le dije.
él insistió, se levantaba y volvía a caer, una y otra vez,
finalmente
caminó unos pocos pasos, era la viva imagen de un borracho
sus patas se negaban a obedecerle, cayó nuevamente, descansó
y nuevamente se levantó.
ustedes conocen el resto de la historia: está mejor que nunca,
bizco casi sin dientes, pero ha recuperado su gracia, y esa mirada
de sus ojos, pícara, no lo ha abandonado…


algunas veces me hacen entrevistas, ellos desean saber
de mi vida, de mi literatura,
yo me emborracho, alzo en brazos a mi gato
bizco, herido de bala, atropellado dos veces, rabón
y digo: “miren, miren esto!!!”


ellos no entienden nada, insisto, nada de nada, preguntan
algo por el estilo de: “ “reconoce usted influencias de Celine?”.
“no”, levanto mi gato, “por lo que sucede, con cosas
como esta, como esta !!!”.


sacudo a mi gato, lo llevo
hacia la luz brumosa por el humo y el alcohol, está relajado, él sabe…

este es el momento en que la entrevista finaliza
a veces me siento orgulloso cuando miro las fotografías
ahí estoy yo, ahí está mi gato, hemos sido
retratados juntos
él también comprende que son boludeces, pero que de alguna manera
te ayudan.

(versión Esteban Moore)







                       Charles Bukowski, (Andernach, Alemania 1920- Los Ángeles, EEUU,1994).  Poeta y       
                       narrador. Publicó más de cincuenta libros en poesía y prosa.



María Montero: Poesía.

María Montero



















Soy

Soy la gran Virginia Grütter, ¿la recuerdas?
la que escupe tabaco en las esquinas
y está ronca de pegar gritos
y camina como una estela pintarrajeada y tambaleante
Soy Marguerite Duràs con su joven amante
y su vida refinada y alcohólica
Soy Simone de Beauvoir con todo y su Jean Paul Sartre
y su intelecto y su feminismo y su academia
Soy la imbécil “femme” que desde este pueblo polvoriento
habla del erotismo francés
frente a un auditorio de subnormales
Soy la puta más puta que arrastran de los pelos
asquerosa y desnuda
Soy la pobre infeliz
que no tiene un centímetro de cerebro
hipocondríaca
que camina como idiota esperando que el padre de sus hijos
o el cura
le dé una limosna
Soy yo
la del cuerpo grabado en la piedra
la que consume sus ojos en la arena
la que ya no puede hablar de amor tan fácilmente.


Poesía en prozac

Dan terror las señoras perdidas en la playa, las niñas con mucho pelo, los cubos vacíos.
Dan terror los compañeros de universidad, de viaje, de trabajo. Los cantantes malos y los hombres que envejecen mucho antes que sus nietos.
Da terror saber que un libro es bueno sin haberlo leído, sentirse agradecido cuando alguien nos mira equivocadamente, que la gente te salude en un país extraño.
Dan terror el uso del plural y las unas recién cortadas.
Da terror estar siempre de espaldas o en un cuarto de hotel con toda la vida por delante.
Da terror todo lo que vive con ganas de quedarse, dormir mas de 24 horas, que nadie se de cuenta que los negros no tocan heavy metal.
Da terror ignorar que siempre es más lo que se pierde, no comer aguacate, no sentir que el mar es el destino que nos huye.
Dan terror las cosas que no duelen, como llegar a un lugar sin saber como. E incluso sabiéndolo.


Siglo pasado


La palabra no puede ser algo tan fácil. Tiene que haber algo menos que sangre para decir sangre. Tal vez músculo en la sombra, vientre liso y maldito. No tan fácil como casa o serpiente. No tan anunciado como mujer. Algo menos que hijo para decir hijo. Tal vez lengua, infamia, peste fraguada en la ceguera.
La palabra no puede ser algo.
No tan fácil a menos que hiera. No tan anunciado como la muerte. Tal vez piedra para decir tal vez.
La palabra no puede ser algo tan fácil. Tiene que haber algo menos que odio para decir odio. Tal vez ruinas, escombros en el cuerpo.
No tan fácil como sed o probeta. No tan anunciado como fiera.
Algo menos que amor para decir amor, por lo que más quieran. Tal vez foso, graznido, hierro lejano.
No puede ser algo la palabra.
No tan fácil delante de los otros. No tan anunciado a menos que muerda. Tal vez silencio para no decir nada.
Una palabra menos obliga a más.
La palabra no puede ser. No si se desboca. No en su contra.

Sed de Mal

Con seguridad existen los perros. Mira ese hocico que la oscuridad no te deja ver, esos ojos de vidrio delante de los tuyos para que no veas nada. Mira ese ladrido que siempre te acompaña, esa sed que baja en los colmillos de tu pan de cada día. Mira esa pequeña figura en la otra orilla, no la ves pero la sientes como una mordida negra y apaleada.
Con seguridad los perros van por ti. Míralos mirar la ausencia de tu odio: su alimento. Mira ese horizonte hundido – crees que te acercas a algún sitio – solo son sus lomos indicándote el camino, el regreso, el tamaño de tu dicha. Los perros cargan con tus huesos y te devuelven ceniza, la rabia de su rabia envenenada. Los perros se lamen en tu sombra y no los ves.
Con seguridad los perros son los mismos. Reproducen tu silencio a dentelladas, salen de si mismos con tu ayuda ciega, se quedan ciegos de verte tan oscuro. A eso han venido, míralos. Ladran. Ganan millones en la farsa de sus patas traseras, huelen tu cadáver, te llevan el periódico, te sepultan en tu casa. En algún lugar los alimenta tu muerte.
Mira esa sed de los perros que te rondan. Ya no ves nada, no te importa la jauría. Su lengua te lastima y los perdonas.
Celebran con tu carne y los perdonas.
Su muerte ya no es nada comparada con la tuya.

Círculo vicioso
qué voy a hacer
ahora que hago todo lo que prometí.

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María Montero Poeta y periodista costarricense nacida en Burdeos, Francia, en 1970. Estudió Literatura y Teatro. Su libro El juego conquistado mereció el Premio Joven Creación en 1985. Ha publicado El juego conquistado (1985), La mano suicida (2001) e In dubia tempora (2004), un proyecto de poesía y fotografía documental basado en una investigación sobre herramientas creadas y utilizadas por los presos en cárceles costarricenses. Su poesía ha sido incluida en las selecciones de poesía Relatos de mujeres (1996), Indómitas voces: cien años de poesía femenina costarricense (1997), Martes de poesía en el Cuartel de la Boca del Monte (1998) y Antología de la nueva poesía costarricense (2001).

Gustavo ‘Maca’ Wojciechowski: Textículos.















todos los poemas son un poema todos los poemas
conforman el poema que va a dar a la mar que es el decir
por ejemplo “tía” y queda tía resoplando en la penumbra
sin que nadie sepa si Irma o Margara o cual de todas mis tías
me mira desde todos los poemas

………………....

todos los poemas son incomprensibles
chapuzones en un idioma desaparecido
¿cómo podríase comprender una botella que
lleva adentro todos los mares
flotando
en medio del mensaje?

………………….

cada pequeña isla es errónea
le llegan poemas como si fueran salvaciones
frías botellas sin descorchar
y se sabe las islas no toman

…………………….

tengo una amiga
que tomó soda cáustica
lo digo ahora que ya han pasado algunos años
y otros suicidios
se ha carcomido de la lengua hacia dentro
todita
mi amiga
sabía muy bien
que para los poetas la lengua es lo que tienen
yo tengo suyo un libro que no me atrevo a terminar de leer
a quién le podría devolver
lo cierto
es que yo no lo podía aguantar
y tenía que decirlo de alguna manera
cada tanto todavía la extraño

…………………….

El punto más cercano entre dos éxitos es un fracaso
…………………….

Este poema
cuando tenga mi edad recién
comprenderá lo que quise decir

…………………….


Gustavo ‘Maca’ Wojciechowski (Montevideo, Uruguay, 1956) Poeta, artista plástico, diseñador gráfico, docente, artista multimedia, editor. Desde 1978 trabaja como diseñador gráfico e ilustrador. Ha publicado los siguientes libros: Ciudad de las bocas torcidas (poesía, 1980), (en)AJENA/ACCION (poesía, 1982), Deuda de Phatos (poesía,1982), Segundas Impresi(ci)ones (poesía, 1984), Sobras Completas (poesía,1986); Zafiro (yo sólo quería ser el cantante de una banda de rock and roll) (novela, 1989), M, textículos y contumacias 1994), TIPOGRAFÍA, poemas&polacos ( Buenos Aires, 2002), aquí debería ir el título (caja de poesía visual, Yaugurú, 2008.
Ha traducido a Witold Borcich, Abisinia entre algunas otras cosas que pude haber escrito y hoy no recuerdo (2009). Participa del fonograma colectivo Si el pampero la acaricia (1986). En 2004 edita el CD multimedia: O (cabalga la madrugada por el lomo del sueño) junto a Fernando Goicoechea y en 2005 edita el CD: & junto al trío integrado por Fernando Goicoechea, Nicolás Mora y Gustavo Etchenique.