Luis Alberto de Cuenca |
Cuando vivías en la Castellana
Cuando
vivías en la Castellana
usabas
un perfume tan amargo
que
mis manos sufrían al rozarte
y
se me ahogaban de melancolía.
Si
íbamos a cenar, o si las gordas
daban
alguna fiesta, tu perfume
lo
echaba a perder todo. No sé dónde
compraste
aquel extracto de tragedia,
aquel
ácido aroma de martirio.
Lo
que sé es que lo huelo todavía
cuando
paseo por la Castellana
muerto
de amor, junto al antiguo hipódromo,
y
me sigue matando su veneno.
Collige, virgo, rosas
Niña,
arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas
a destajo, desaforadamente,
sin
pararte a pensar si son malas o buenas.
Que
no quede ni una. Púlete los rosales
que
encuentres a tu paso y deja las espinas
para
tus compañeras de colegio. Disfruta
de
la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu
belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que
va por los jardines instilando veneno.
Goza
labios y lengua, machácate de gusto
con
quien se deje y no permitas que el otoño
te
pille con la piel reseca y sin un hombre
(por
lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y
que la negra muerte te quite lo bailado.
Luis Alberto de Cuenca (Madrid, España, 1950) Poeta,
traductor, ensayista, columnista, crítico y editor literario e investigador
español