Aunque la datación no es
precisamente una especialidad nuestra, los que aquí firmamos, en su
totalidad, estamos convencidos de que la guerra actual no está en su
año 51: es un poco más adulta: algunos de entre nosotros argumentan que tiene
67; otros, que 114; los últimos, quizás más pesimistas (ellos
aseguran que realistas) que 523. En todo caso, la datación de los 50 años
escamotea los verdaderos datos de la injusticia.
Y, también en todo caso,
los que aquí firmamos, en su totalidad, creemos que, sea cual sea la edad de
esta guerra, ella es inaceptable. Y lo es sobre todo porque es la hija de
injusticias aún más inaceptables.
Tampoco somos especialistas
en estadística, pero las cifras, aun las oficiales, son desgarradoras. Y ya no
se trata de si son, o no, inaceptables: puesto que existen. Según ACNUR (dato
optimista), Colombia tiene 5.185.406 de personas en situación de
desplazamiento. Triste escalafón: vamos de segundos, después de Siria. Y
200.000 muertos, según los reportes. No se escribe fácil. Ni es fácil
aceptarlo.
El 78% de las tierras en
Colombia está en manos del 13% de la población, y el 80% de los campesinos
poseen menos de una UAF (cosas de los técnicos: Unidad Agrícola Familiar), y
sin embargo esos campesinos pobres producen el 70% de nuestros alimentos: o sea
que un vientre inflamado de niño reposa al fondo del plato de nuestra sopa. Es
inaceptable.
¿Acabar la guerra? Claro.
Confiamos en ello, y haremos de nuestra parte todo lo posible para que el
proceso no se rompa. Pero acabarla no se hace con la firma de un acuerdo. No
más balas ni más bombas, claro, pero sobre todo, no más injusticia. Es a partir
de la firma del acuerdo que empezaremos a construir la Paz.
Llevamos ya dos años y
medio en busca del Acuerdo: no es mucho si consideramos que estamos tratando de
acabar con la fuerza inercial de 67 años de dominio de la muerte, el crimen y
la injusticia. Pero el plural “llevamos” quizás es optimista. En
efecto, en La Habana
han hablado el gobierno y la insurgencia de las FARC; han hablado las víctimas;
y las Fuerzas Armadas; y el sector agrario; y los banqueros, sin necesidad de
ir hasta La Habana;
y las transnacionales; y la ONU
y UNASUR y el ALBA. Y la prensa. Y los amigos de la muerte. Y etcétera.
Faltan los niños de la Guajira y del Chocó, que
andan sin aliento. Y los poetas y los artistas. Va siendo hora de que éstos
últimos lo hagan, incluso por esos niños, que andan sin aliento.
Y ya empezaron a hacerlo:
en 2003, ya el Festival Internacional de Poesía de Medellín realizó la I Cumbre Mundial de
Poesía por la Paz
de Colombia, que no fue suficientemente escuchada. En este mes de abril (en una
iniciativa que saludamos pero que terminó por ser una iniciativa del Estado),
se llevó a cabo la
Cumbre Mundial de Artistas por la Paz.
Y en el mes de julio, el
Festival Internacional de Poesía de Medellín, que llega a su versión número 25,
realizará la II Cumbre
Mundial de Poesía por la Paz
y la Reconciliación
de Colombia, que también saludamos, pero a la que quisiéramos llegar con este
avance: que la Mesa
de Negociaciones los haya escuchado.
Esta carta abierta es una
petición formal a los negociadores en La Habana para que una delegación de poetas y
artistas hable y opine y presente propuestas concretas y realizables para la
concreción de una paz estable y duradera, y esa paz no será ni estable ni
duradera sin las ideas y las tareas de los artistas y los
intelectuales.
Si, como creemos, en los
poetas, los artistas e intelectuales vive la conciencia crítica de una nación,
esa nación será inviable si no los escucha.
Y la muerte no tendrá
señorío.
(Enviar firmas de apoyo a
Festivaldepoesiademedellin@gmail.com)
Firman:
Juan
Manuel Roca, poeta, Premio Casa de América de Poesía (Colombia).
Fernando
Rendón, poeta, director del Festival Internacional de Poesía de Medellín
-Premio Nobel Alternativo 2006- (Colombia).
Jotamario
Arbeláez, poeta y periodista cultural, Premio Víctor Valera Mora (Colombia).
Gabriel
Jaime Franco, poeta, coordinador general del Festival Internacional de Poesía
de Medellín (Colombia).
Laura
Restrepo, escritora, Premio Alfaguara (Colombia).
Vicky
Hernández, actriz (Colombia).
Juan
Diego Mejía, escritor, Director de la
Feria del Libro de Medellín (Colombia).
Darío
Jaramillo Agudelo, poeta (Colombia).
Jairo
Guzmán, poeta, Director de la
Escuela de Poesía de Medellín (Colombia).
Horacio
Benavides, poeta, Premio Nacional de Poesía (Colombia).
Rómulo
Bustos, poeta, Premio Nacional de Poesía (Colombia).
Omar
García Ramírez, poeta, Premio Nacional de Poesía (Colombia).
Sergio
de Zubiría Samper. Filósofo y Profesor Universitario (Colombia).
Selnich
Vivas Hurtado, poeta, Premio Nacional de Poesía (Colombia).
Patricia
Ariza, dramaturga, poeta, cofundadora del Teatro La Candelaria, Premio
Prince Claus (Colombia).
Gloria
Chvatal, pintora (Colombia).
Luis
Eduardo Rendón, poeta (Colombia).
Juan
Carlos Moyano, dramaturgo, director y actor de teatro (Colombia).
Diego
Arango Ruiz; pintor y antropólogo (Colombia).
Javier
Naranjo, poeta (Colombia).
Álvaro
Marín, poeta (Colombia).
Jairo
Osorio, escritor, coordinador editorial de la Universidad Autónoma
Latinoamericana (Colombia).
Juan
Diego Tamayo, poeta y profesor universitario (Colombia).
Myriam
Montoya, poeta (Colombia).
Fernando
Herrera, poeta (Colombia).
Ronald
Cano, poeta, Premio de Poesía Ciudad de Medellín (Colombia).
Carlos
Satizábal, teatrista y poeta (Colombia).
Angye
Gaona, poeta (Colombia).
Jorge
Torres Medina, poeta (Colombia).
Tarcisio
Valencia, poeta, profesor universitario (Colombia).
Felipe
Agudelo Tenorio, poeta (Colombia).
Fabio
Jurado, poeta, coordinador de la Colección Viernes de Poesía (Colombia).
Bibiana
Bernal, escritora y editora (Colombia).
Lindantonella
Solano, Nación Wayuu, poeta (Colombia).
Iván
Graciano Morelo, poeta (Colombia).
Daniel
Rocha, director de teatro, dramaturgo (Colombia).
Ángela
García, poeta (Colombia).
Fernando
Linero, poeta (Colombia).
Claudia
Trujillo, poeta (Colombia).
Edwin
Rendón, poeta y profesor de literatura (Colombia).
Felipe
Orozco, arquitecto y escritor (Colombia).
Álvaro
Miranda, poeta (Colombia).
Víctor
Rojas, escritor (Colombia).
Vito
Apüshana, Nación Wayuu, poeta (Colombia).
Jesús
Gómez, poeta (Colombia).
Fernando
Vargas Valencia, poeta (Colombia).
Omar
Ortiz, poeta (Colombia).
Rafael
Patiño, poeta, traductor (Colombia).
Antonio
Mora Vélez, poeta y narrador (Colombia).
Pedro
Arturo Estrada, poeta (Colombia).
Fadir
Delgado, poeta (Colombia).
José
Libardo Porras Vallejo, poeta (Colombia).
Gustavo
Tatis Guerra, poeta, periodista (Colombia).
Luisa
Aguilar, poeta (Colombia).
Jorge
Eliecer Ordóñez, poeta (Colombia).
Hugo
Jamioy, Nación Camëntsá, poeta(Colombia).
Manibinigdiginya,
Nación Gunadule, poeta (Colombia).
Víctor
Raúl Jaramillo, poeta (Colombia).
Jorge
Iván Grisales, poeta (Colombia).
Antonieta
Villamil, poeta (Colombia).
Alberto
Salcedo Ramos, periodista y escritor (Colombia).
Tatiana
Mejía, poeta (Colombia).
Rafael
Quiroz, pintor (Colombia).
Cristina
Domenech, poeta, Argentina.
Edwin
Madrid, poeta, Ecuador, Premio Casa de América.
Alvaro
Inostroza Bidart, poeta, crítico de cine, Chile.
Luz
Ivonne Pinto, educadora y tallerista, examinadora internacional (España)
Esteban
Moore, poeta, traductor, cronista urbano (Argentina)