Javier García Parral |
SALIDA
¿Cuántas
veces los deseos
se desangran en lamentos?
¿Cuántos llantos de aguacero
se azucaran con un beso?
¿Cuánto acero en el tiempo
es castigo suficiente?
¿Cuánto espacio indiferente
se recorta con un verbo?
¿Cuál es la vía?
¿Lo que digo?
¿Lo que pienso?
¿Lo que siento?
¿Cuál es la salida?
¿Una espera inconsciente o
una acción sin medida?
¿Un abrazo partido o
una mirada indulgente?
se desangran en lamentos?
¿Cuántos llantos de aguacero
se azucaran con un beso?
¿Cuánto acero en el tiempo
es castigo suficiente?
¿Cuánto espacio indiferente
se recorta con un verbo?
¿Cuál es la vía?
¿Lo que digo?
¿Lo que pienso?
¿Lo que siento?
¿Cuál es la salida?
¿Una espera inconsciente o
una acción sin medida?
¿Un abrazo partido o
una mirada indulgente?
EJE
Pierdo el centro en el momento en que mi eje
desvaría.
Si el contexto no me invita a probar nuevos canales
paso a ser un habitante de numérico carácter,
con su gruesa sinfonía en estado de latencia
y sus fuerzas más vitales esperando en sintonía.
Cuando el eje desvaría lo pasado es lo primero.
La memoria sanadora es el gran medicamento
que reflota y discrimina lo que es digno de
recuerdo;
el estímulo perfecto del sabor a la victoria,
tan soñada en un principio y postergada en el
intento.
Si el pasado es lo primero y el futuro es inminente
miraré hacia occidente como un punto de partida
de una larga travesía que hoy es continuo presente.
No olvidaré las fuentes, que son mi auténtica guía,
pues si el eje desvaría pierdo el centro nuevamente.
RÍOS DE AGUA DE
MAR
Es importante
Regar la hojarasca en otoños sombríos.
Gritar hacia arriba sellando el olvido.
Es importante
Despintar el cielo cuando el sol se esconde.
Sembrar la paciencia en campos veloces.
Quiero invitarte
a descifrar el viento, a respirar mi aire.
Es importante
Ser hambre y ser carne en un mismo cuerpo.
Matar la agonía con besos eternos.
Es importante
Ser golpe de puño en la densa vigilia.
Crear un mañana y cementar las ruinas.
Quiero invitarte
a dibujar caminos, a florecer conmigo.
Rios de agua de mar
recorren mis arterias.
Rios de agua de mar
Son el caudal de mis venas.
Aguas turbulentas
de dulzura y de tristeza.
Y que no quede sangre vieja!
ESTE AHORA
Tuyo el beso mío.
Volamos al infinito.
Tus labios tibios
de frío me estremecen.
Mañana te amé.
Ayer te amaré.
Y este ahora es para siempre.
Un beso compartido
y un pedido a la suerte:
que pronto crezca nuestro nido.
A VECES PIENSO…
A veces pienso en almas desoladas,
en los surcos que dejaron
las lágrimas grabadas.
A veces pienso en cenizas de palabras,
en heridas recibidas
que hoy son polvo a la deriva.
Y cuando siento que tu voz es mi garganta,
y cuando tengo la certeza en tu mirada,
y cuando el peso del silencio ya no es tenso,
es cuando creo que vivir no es una hazaña.
Es compartir el firmamento sin buscar otras
galaxias.
A veces pienso que Dios es imperfecto.
El Cielo le hemos robado
para hacerlo nuestro.
A veces pienso en el fuego eterno,
en aquello que en teoría
no debe morir en vida.
Y cuando siento que hay oxígeno en mi centro,
y cuando el sol es alimento de mis huesos,
si la verdad no es ofensa, sino ofrenda,
es cuando puedo detenerme en el tiempo
y recorrer contigo cada senda y sus secretos.
En nuestra isla de encuentro, te espero...
120 DÍAS
Una fuente y un deseo.
Una foto y mi desvelo.
Un anhelo en un suspiro
Y el abrazo de un sonido.
Aguas quietas en la hondura.
Una vida hecha burbuja.
Un hogar entre las nubes
Y en la lluvia, lo que tuve.
Ciento veinte días
Son mares de distancia
Ciento veinte días
Son siglos de nostalgia.
Cuántos mares deberás cruzar?
Cuántos siglos deberán pasar?
Aquí te espero, ave de metal.
Un risa contenida.
Una exacta sintonía.
Y la duda disipada
En la ilusión compartida.
Ciento veinte días
Son mares de distancia
Ciento veinte días
Son siglos de nostalgia.
Cuántos mares deberás cruzar?
Cuántos siglos deberán pasar?
Aquí te espero, ave de metal.
MARES Y
MARIONETAS
El poder está en tu rostro.
Mirada indulgente y esquiva.
Los párpados como telones
y una escenografía de ojos de miel,
como mares,
gigantes y oscuros de bordes claros.
Espuma blanca, decime tu rumbo.
La expresión está en tus manos.
Marionetas desnudas.
Flores que brotan de tus brazos,
como ramas.
Dicen más que las palabras.
A veces susurran, otras me gritan.
Voces infinitas, hablen al tocarme.
OJOS INVISIBLES
Puedo ver en tus ojos invisibles
un cuadro eclipsado por la perspectiva.
La muerte y la vida en letal comunión.
Puedo descubrir en tu gesto frío
la duda encarcelada en la respuesta del tiempo
y la nostalgia de aquello que no se inventó.
Puedo ver en tus ojos invisibles
rosas prudentes que sangraron sal,
destino de amar lo que no se abraza.
Puedo reflejarme en tu caminar errante,
por un instante, detener el compás,
y ver el resplandor detrás de la coraza.
Besos blandos en días de azul
y mi huella que se hunde más y más...
LO QUE ODIO
El perdón de los pecados, sin pecado concebido.
Lo vivido en esta vida, si no ha sido lo esperado.
El anonimato no deseado.
La ilusión de un soñador que se muere lentamente,
aunque mute con los años.
El beso destacado en los labios de mi amor, de un
amante anterior.
La fracción de mi interior, que se queda con lo
estable.
La presión de ser alguien para confortar a los
padres.
Las ideas potenciales que maduran en fracaso.
Los proyectos atrasados, aplazados nuevamente.
El espacio indiferente entre seres homogéneos.
La necesidad de la gente de inventarse un dios, para
enfrentar la muerte.
La avaricia consistente y la riqueza como meta.
El adiós precipitado a un amor en línea recta.
La tristeza solitaria de un corazón adolescente
y el efecto retardado de ese tiempo omnipresente.
Las cuentas pendientes.
El pedestal meritorio, si no hay sitio para todos.
La lucha codo a codo, para anular la competencia.
Las barcas sin rumbo.
Los pactos entre quienes quieren gobernar el mundo.
Los escudos y los disfraces.
Las verdades a medias y las dudas razonables.
La suma de las partes, que el todo no refleja.
Las rejas que detienen la explosión creativa.
La libertad condicionada a la natal geografía.
La ira masiva por violencia domesticada.
Las risas forzadas para conseguir nada.
Lo que conviene, lo banal, lo preestablecido, lo
mentido.
Lo ruin.
El odio...en sí.
SIN TÍTULO
En los versos que te escribo
hay más letras que palabras.
El sentido de las frases
es veraz pero incompleto.
Es perfecto en su estructura
pero erróneo por defecto:
no describe lo que pienso,
sólo expresa un sentimiento:
Te quiero, te quiero, te quiero,
te quiero, te quiero, te quiero.
TU NOMBRE
Tu nombre
del letargo me despierta
cuando hay sombras en mi puerta.
Tu nombre
es la miel de mis oídos.
Te nombro
y en la calma de mi noche
se aceleran los latidos.
En el cielo se divisa
una luna comprendida.
Tu nombre
es mi luz en la negrura
y el abrigo en la penumbra.
Tu nombre
en mi piel se hace nido.
Te nombro
y en la calma de mi noche
se aceleran los latidos.
En el cielo se divisa
una luna comprendida.
Tu nombre abre el aire suavemente...
SOLTAR AMARRAS
A la espera de los cambios
gris se vuelve el escenario.
Se abren grietas que bifurcan
como nunca nuestro paso.
Y en un cuarto solitario
elegimos qué camino
nos conduce al nuevo sitio:
si el sencillo y conocido,
o el incierto y anhelado.
A la espera de los cambios
no anoche ni amanece.
Se suceden los segundos
como espacios milenarios.
Y los gritos de los años
los oímos con retardo.
Son murmullos de afonía;
modifican nuestros rasgos,
poco a poco y a escondidas.
Hay que soltar amarras,
despedirnos de la nada.
La comodidad engaña.
Es la dulce amenaza;
el peligro en esta calma.
NIEVES ETERNAS
Quien crea que las nieves son eternas
que arroje el primer copo.
Muchos dicen que el amor es ciego.
Yo digo: la ilusión lo es más.
Porque el hielo no es oro,
aunque reluzca como tal.
Hay quien dice de hacerse camino al andar.
Yo digo: para andar nuevos caminos
primero hay que aprender a derretirlos.
Javier
García Parral (Buenos Aires, 1974). Poeta y músico.
Productor gráfico y de televisión. Actualmente reside en Madrid.
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