miércoles, 9 de agosto de 2023

Pablo Queralt: 5 Poemas

 

Pablo Queralt






















Tanto te vi a través de la ventana, ya no sé si sos de verdad. Quedé fijado a tus detalles, no sé, eso es lo que fui antes. Escenas formadas por subducción con aquello que no se puede ver. Forme ese estado de naturaleza, el monstruo le decía yo, algo para que la vida fuera más soportable. Se avanza y se esfuma, esa ficción que llamamos lo real. En lo que se cree, se retrocede, se avanza haciendo conciencia. Nos sentamos y jugamos total el reloj corre en un solo sentido. Yo quería decir que mi amor fue un camino de renuncia y afecto, que aunque no fuimos hechos para vivir aquí, aprendimos, y fuimos felices. Que lo brillante de la noche fue la distancia, que nos dimos cuenta antes que fuera tarde, de no perder el tiempo en preocuparnos por la mirada de los otros, de lo que podría haber sido y fue una casa, y que construimos una mente sin fronteras. Algo que nunca sabemos de nosotros mismos eso escondido dentro nuestro tal vez el misterio, lo que impulsa, el motor, la maquina moviéndonos en una velocidad infinita, lo que gusta. Esa marcha y detención doble hélice del ADN, lo que presignifica, que las cosas no tienen 
nada de definitivo.


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Todo eso que hace desplazar a las palabras unas sobre otras, esa era la sensación. De estar todo al instante. Algo que se absorbe al pasar de un punto a otro. Y el pasado como marchitas rosas al dar un paso decisivo pone su grito en el cielo. En esa estética de percibir su turbio pedigrí y esos sentidos mostrando una nota distinta en el universo del ser-no ser. La aparente posesión de una sabiduría. Y es un dato natural como el agua el aire su poesía cruel de no pensar más esa es la implosión el espasmo. Allí sobre las mesas que nunca preguntan en el laminado sentido. Un cielo natural era mi sábana blanca un oleaje que me traspasaba como si estuviera disuelto en él sin nunca haberlo tocado y esa era la clase de amor que necesitaba esa que estaba en tu clase de poder ese espíritu esa música que brota que provoca una admiración total ahora que si le damos su verdadera importancia y conocemos nuestra carencia real. Un mundo más allá de nosotros.


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Como estrellas de cine distantes casi ni te hablan educadamente fríos, no sé por qué, existen en todos lados, hacen más infeliz el mundo. Y aparte dicen eso que se dicen los jugadores en la cancha para ponerlos nerviosos cosas como que mientras vos estas jugando tu mujer te esta gorriando. 

Me levanto en una casa adormecida y los colores son suaves en las ondulaciones leves del sol invadiendo la habitación son un momento todavía. El domingo es mi ventana favorita soy una casa un sueño un libro veo el tiempo en que me detengo cuando nadie puede encontrarme y ellos menos. Yo te dije lo que no me animaba, estuve casado, ella se suicidó y a veces la extraño mucho, vos me dijiste que robabas helados y a veces ni los comías solo era por el reto de robarlos y que a veces se los dabas a los indigentes o simplemente los devolvías, y que te podía contar cualquier cosa, me levanté de la silla y te dí un fuerte beso en la boca, para mí eso es amor. Vine a sentarme aquí a tu lado avanzando entre las sombras cuantas veces habrá bañado de luz el sol todos esos días que sobreviven unos sobre otros acá y que son algo vago como un recuerdo al que no se le da importancia como lo que queda al costado del camino cuando vas con el auto por la ruta y solo ves el cielo y la tierra delante de vos.


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Hay un aire turbulento y otro de calma y vos buscas el paraíso que no te abandona, ese que llevas con vos. Y hay un afuera donde conoces a alguien y no sabes que te trajo hasta aquí. Y qué pensás qué sentís? Su cara interesante alegre de una tristeza inevitable como si hubiera estado bajo el agua, ya lo hemos tocado casi todo y en esa cortina de música siguen los actos. La puerta se abrió acercando las distancias. Nuestras sombras se encontraron y pusieron brillo a la noche mucho mucho tiempo. Ves ese destello, que se hace en tu pelo será un haz de luna? Es tanta la oscuridad que apenas me deslizo en esos reflejos hacia uno de tantos mundos como hay acá, y así vamos entre los días de nuestras vidas por suerte estas aquí existís. Y ahora dónde estamos? Muy cerca uno del otro, viendo cosas que ayer no hubiéramos imaginado, si no salíamos de ese umbral de comodidad donde estábamos cuando dejamos el sillón para estar acá viendo el agua correr verde amarilla azul. Este cielo rojo del atardecer! Y aquel otro de los nubarrones, nos zambullimos en sus páginas vemos existencias detenidas en esos cielos mañanas atardeceres tal vez sean palabras imágenes en la memoria por encima de las cosas y esa sea la realidad. Imágenes que parecían no tener sentido vidas en los abismos mucho más ricas cuestionan la inmensidad de la vida la existencia más allá de los sentidos haciendo su campo incorporal un flujo una máquina muy unida a nuestros compases interiores que desanda el misterio iniciático.
Todo con colores increíbles no abandonemos nuestra inocencia y avancemos.


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Ella que tanto poder tenía sobre mi estado de ánimo. Y yo que ya no reía como antes. Eso que clavó en mí. Estoy saliendo del umbral. Ella quería matarme y hacerme otro hombre a su gusto. Esa zona de conflicto marcó mi vocación de radio. Lo irresistible de la atracción. Estoy saliendo del féretro del antes y del después. Volver al patio, al secreto, a los amigos. Ese silencio de universo que florece. Para qué la primera y la última página, para qué. Yo que lo olvido todo, que lo perdono todo para vivir. Comenzó todo de vuelta. Ahí en la puerta de mi casa. Ese primer paso. Ahí fue el punto donde comenzó y cesó el dolor. Eso es caminar. En cuál de todas las oscuridades me busco. Esas son las sombras que me impiden reconocer al maestro. Y yo voy. Borroso pero voy. Desde que nací nunca intenté matarme aunque lo quise. Eso es ser valiente, querer la vida. Cómo hace el cuerpo para andar con su ser en esa lucha de visiones llenando el espacio en su campo de batalla donde ponen el aire en la mecanósfera del rizoma. Esa carga de humanidad ese osario esa espuma en la mente que vuelve a traer la voz de ella a carne viva. Lo peor es no reconocer lo que se ama como andar ciego. Ahí se juntan las sombras. Ya nadie sabe de quién es el corazón en su imaginario inventado que va hacia el resplandor, la posesión. Nacido para amar, en su movimiento no sabe que todo es prestado.



Con las luces apagadas de la casa te veo mejor. Sos mi novia desnuda. Te llevo en mi cuaderno. Te saco de mi bolsillo. Si total no soy fi el a nada. Mi mimetismo es por amor al sexo. Esa es nuestra interacción. Por fin la desaparición de la tristeza. Me atreví a romper el impedimento. Siento la fuerza de la libertad. No necesito satisfacer esa necesidad que dejó de arrastrarme al borde de la página. La parte fuerte es parar la mente y ser yo el que la utiliza. Si en su desnudez nunca pude saciarme. Así es como se ven las cosas desde mi punto de vista.

(Mi casa siempre fue la poesía. Ed. Mora Barnacle. 2023. Pablo Queralt.) 


Pablo Queralt.  Es médico y poeta nacido en Buenos Aires donde reside. Es curador de poesía y organizador del Ciclo de Poesía en la Biblioteca en San isidro y creador y curador del Festival de Poesía de San isidro, fue colaborador del suplemento cultural del diario El pregón de Jujuy y diario punto uno de Salta, en el diario digital Jujuy al momento, en la revista digital merece una reseña y administra yvespoetryclub. blogspot.com. Publicó los libros de poesía : Cansancio de lo escrito, Un seductor mañana, La flecha de Agustín, Primer paso, Reescritos infinitos, Pueblo de agua, Crack, Escribí mi nombre, Late, 89Golpes y un whisky, El Padre, Pájaros en palabras, Pavarotti, Laleblan, aves del paraíso, Poema de la nieve, Jazz, Perfume animal, Cocineros, Coca, La piscina, Ser y ser visto, Nací en el cine, Ópera, Biosfera del amateur, Partes de la escena. Raros sentidos, su Obra Reunida 2001/21 y Mi casa siempre fue la poesía. Sus poemas integran la antología Federal de poetas de la provincia de Buenos aires. Tradujó a Yves Bonnefoy, a Alice Oswald, a Thomas Hardy, a D.H.Lawrence, a Amy Lowell, Christophe Mannon, Charles Reznikoff y a Thom Gunn.