Con Vallejo en París—mientras
llueve
Metido
bajo un poema de Vallejo oigo pasar el trueno y la centella.
“Hay
bochinche en el cielo”, dice impasible el indio acorralado
en
callejón de París. Furiosa el agua retumba sobre el techo
blindado
del poema. Emprésteme Abraham , le digo, un paraguas,
/un cacho
de
nube seca como el chuño enterrado en la nieve. Estoy harto
de
no entender el mundo, de ser el pararrayos del sufrir,
/de
la frente al talón.
Alguien
tiene que tenderme una mano que sea como un túnel
por
donde al final no haya un cementerio. Dígame, Abraham,
cómo
se las arregla para parir el poema que es ruana recia del indio,
y
es al mismo tiempo hombreante poema panadero, padrote
/semental poema.
Me
cobijo, me enclaustro, me escabullo amigo
Abraham en ese parapeto
de
un poema suyo donde se puede agüaitar, arriba, el paso del hambre
que
sale por el mundo a comerse gente carniprieta, a devorar
pobres
y más pobres, requetecienmil pobres tiritando de hambre.
Oiga,
Abraham, llamado César como un emperador de toga negra
/y
corona
de
espinas, ¿cómo se las arregla para tristear sus poemas, si nunca cesa
de
llover miseria humana, y se nos tuercen todos los tacones
de
los viejos zapatos, y el agua cala impiadosa los remiendos del poncho?
Y qué risa me da que use usted nombre de
imperial romano. Usted
tendría
que llamarse eternamente Abel o Adán, pero Abraham está bien:
la
mamacita de usted le llamaba Abrancito y le decía niño no pienses
/tanto,
que
en el pobre pensar no sirve para nada, pensar es sufrir más.
Oiga
lo que le digo, Abraham:
tanta
hambre paso en París que voy al Louvre a comerme el pan
/y los faisanes
de
un bodegón holandés. Le arrebato a un hombre de Franz Hals
/un
jarro
de
cerveza y me harto de espuma. Salgo del museo limpiándome
/el hocico
con
el puño cerrado y digo ¿cuándo parará de llover en este mundo,
/cuándo
en
el techo de los pobres no rebotarán más piedras, y lloverá maíz
/en vez de luto?
Y
agarro el bastón de Chaplin, me subo el
cuello de la chaqueta y salgo
en
busca de un refugio, de un cobijo donde pasar lo que reste de llanto.
Me
siento a caminar por la tristura y vengo aquí al providente amigo
a
pedirle emprestado un jergón para echarme a dormir; déjeme
por
un siglo no más un poema suyo, testicular semilla, antihambre poema,
antiodio
poema vallejiano, déme un alarido sofocado por miedo
/al carcelero,
un
alarido en quechua o en mandinga, pero con techo y suelo donde
/echarse
a morir,
digo,
a dormir, me contradigo, me enrosco, me encuclillo, vuelvo
/ a ser feto
en
el vientre de mi madre; me arrebujo y oigo su rezongar andino
/sollozante:
a
París le hace falta un Aconcagua, y voy a lloverle a Dios sobre
/su misma cara
el
sufrimiento de todos los humanos.
Alguien
dice carcasse
y
yo digo esqueleto. Hasta de espalda se ve que está llorando, pero
/empresta
el
refugio piadoso que le pido, y me echo a morir, digo, a dormir,
/acorazado
por
el poema de Abraham; de César, digo; quiero decir, Vallejo.
Epitafio para María Kodama
Me
gusta que se llame
María
Kodama
el
invento póstumo de
Jorge
Luis Borges.
María
Kodama es
el
nombre borgiano de la esposa
del
Impertinente Maestro de Ceremonias
Kiro
Kotsuké No-Suke,
llamado
también Ochi Kotsuké No-Suki,
que
era a su vez la verdadera
Madame
Pechogris, novia
favorita
de mi temido amigo
Yuko
Mishima.
Mishima
fue, como todos saben,
el
pseudónimo oriental de
Jorge
Luis Borges.
Jorge
Luis Borges,
el
jardinero japonés que un día,
desesperado
de soledad,
engendró a María
Kodama.
Gastón Baquero (Banes, Cuba,1914-Madrid,
España, 1997). Poeta, ensayista y periodista. Integrante del grupo Orígenes. Ha
publicado:Poemas (La Habana,
1942), Saúl sobre su espada (La Habana, 1942), Ensayos' (La Habana, 1948), Poemas
escritos en España (Madrid, 1960), Escritores hispanoamericanos de
hoy' (Madrid, 1961), Memorial de un testigo
(Madrid, 1966), La evolución del marxismo en Hispanoamérica (Madrid,
1966), Darío, Cernuda y otros temas poéticos (Madrid, 1969), Magias e
invenciones (Madrid, 1984), poesías completas edición a cargo del poeta del
poeta boliviano Pedro Shimose, Poemas invisibles (Madrid, 1991), Indios, blancos y negros en el caldero de
América (Madrid, 1991), Acercamiento a Dulce María Loynaz (Madrid,
1993), La fuente inagotable (Valencia, 1995), Poesía completa (Madrid, 1998), edición
al cuidado de Pío Serrano, The Angel of Rain. Poems by Gastón Baquero (2006),
traducidos por Greg Simon y Steven F. White.