Raúl Henao |
CORRESPONDENCIAS
Una
naranja
partida
a
la mitad
es
la luna.
Las
aves:
maneras
de
amarse
el
cielo
y
la tierra.
EL SUEÑO
Pájaro
de los espejos
Alondra
de sombras
El
sueño
Escapa
al despertar
De
la jaula de la realidad.
DIBUJO ERÓTICO
Tu
cuerpo viste de seda
la
mona de mis caricias,
dibuja
la espuma de ola
en
la mar de nuestro amor.
EL MIRLO
Pájaro
de alquitrán
Revoloteas
En
mis palabras
Atrapado
en mi canto
Mirlo
burlón
Las
manos de mi enamorada
Abren
la jaula.
EL MÚSICO ESCONDIDO
En
la ejecución magistral
de
la pieza de música
olvida
el público al músico
Pero
concluida la obra
¿Dónde
se esconde
El
músico del público.
Uno
del otro, en la sala vacía?
CANCIÓN A SOLAS
Se
dora la tarde
En
mis labios
tus
labios:
la
brisa.
Transcurren
a prisa
las
horas
más
solas:
¡Convite
de amor!
EL PASADO
Vuelvo el rostro a mi pasado
y
hallo un rastro de polvo
entre
mis manos.
¡Riendo
camino en la montaña!
CUATRO HAIKUS
El
retrato de mi madre
veo
en las manchas
de
mi rostro.
A
la abeja muerta
La
acompaña el rumor
de
la colmena.
El
guayacán amarillo
ha
salpicado de flores
la
calzada.
El
agua de la acequia
cambia
al pasar
pero
regresa con la lluvia.
AUTORRETRATO
Aquel hombrecito del pasaje comercial,
consultaba su reloj de bolsillo con el aire de un busto de vidriera. Y aunque
no terminaba de sentirse
entre las ruedas de un enjambre
de ciclistas que pasaban enseñando sus musculosos traseros, habría
conseguido cruzar la calle, si antes no se empeña en sacudir el polvo de
sus pantalones.
LA
PIEDRA DE LA LOCURA
No des de buena ley tu piedra de la locura a los
falsos apóstoles y abanderados del mundo que sólo esperan les sirvas tu cabeza
en la bandeja de plata de las causas políticas o religiosas para llevarte del
cabestrillo al matadero… Tienta a ciegas tu propia locura, sigue tentando lo
absoluto frente a los dictámenes helados de la razón…Y deja a tus espaldas reír
a la posteridad.
MONJA
“Pon la mesa en la que se sienta el amor”
Remy
de Gourmont
Se arruma
alrededor el hojarascal
de las horas pasadas cuando el año nuevo comienza a dibujarse en la
neblina matutina, apoyando su nariz agripada en las vitrinas callejeras. No
bien conseguimos reunir las flores en el altar de una misa de difuntos por el
tiempo vivido y ya nos visita de nuevo
el recuerdo molesto de la felicidad perdida en los correveidiles de algún
encuentro suburbano… y sólo porque se interpuso a su paso el regusto por las
estampas de santos y las tarjetas de visita chapadas a la antigua. Ahora en lo
desasosegado e incierto de los amores crepusculares y tardíos, es la
soledad, que el hábito viste de
monja, la que nos acompaña sentada a la mesa del refectorio que al fondo
del conventillo, enciende nuevamente su chimenea ojerosa a la hora de la cena.
Enero de 2013.
EL
SECRETO
Me
ha sido revelado en un palpitar del corazón o la brevedad de un parpadeo el
secreto que rige el mundo
y permite cambiar
el reinado tiránico
del Rey de Hojalata en una nueva Edad Dorada, libre del temor al hambre y la
guerra, la vejez o la muerte. Pero cuando quiero comunicarlo a mis contemporáneos, comprendo que la
esencia del secreto es permanecer indescifrado
y que aun si
intento compartirlo con ellos, resulta
ajeno a sus sentidos indiferentes a cuanto no les dictamina el oscuro, ominoso poder del tiempo, cuyo
reloj de arena pongo al revés al llegar la noche, el año que termina.
Enero
de 2013
EL
AMANTE
Hay
un botón de rosas en mi jardinera como hay un nuevo día
en el año.
Un
anillo de bodas en el dedo de la viuda,
que ahora se pasea de mi brazo
en
un recodo de la siesta, al mediodía.
A
mi lado, en el sueño, encuentro a ese amante
escondido,
y un poco ridículo, que me acompañara en todas mis citas
amorosas
o sentimentales a lo largo de mi vida.
Y al que no había vuelto a hallar desde que me recluyera
en lo apartado
de este piso suburbano,
que desmejora,
por momentos,
un vecindario ruidoso
y en la esquina, un taller de automotores.
Veo
al amante recostado en el sofá, bajo al
espejo ovalado
de la pared
Fuma
distraído un cigarrillo aromático
y me mira de soslayo, mientras escribo estas letras
que, en secreto, hablan de él.
Pone
en el tocadiscos la música de un tango o un bolero
y
con voz cansada me recuerda
alguna
cita del pasado, una cita con la
ausencia
y
la soledad en algún bar o café ya
inexistentes,
que
me dejara un regusto amargo y doloroso.
La
siesta, termina por abandonarme en la penumbra del piso
de alquiler.
El
amante se ha marchado en silencio,
y al despertar… encuentro sólo a Dios,
es decir, mi nada,
mi propio espejo.
Para
Jahir Trujillo.
Septiembre
de 2013.
Raúl Henao ( Cali 1944)
Poeta y ensayista. Ha vivido en Venezuela, México y los EE.UU y
representado a Colombia en numerosos Congresos y Festivales Internacionales. Ha
publicado: Combate del Carnaval y la Cuaresma ( Medellín, Colombia, 1973); La Parte del León
(Venezuela, 1978); El Bebedor Nocturno ( Cúcuta, Colombia,
1978); El Dado Virgen (Venezuela, 1980); Sol Negro (Medellín,
Colombia, 1985); El Partido del Diablo / Poesía y Crítica
(Medellín, Colombia, 1989); El Virrey de los Espejos ( Medellín,
Colombia, 1996); La Vida
a la Carta /
Life a la Carte
( Medellín, Colombia, 1998). La Belleza del Diablo (Madrid, España, 1999) Sol
Negro (Bogotá, Colombia, 2006.) La
Doble estrella: El Surrealismo en Iberoamérica / Notas y
Entrevistas Poéticas (Medellín, Colombia, 2008).